Los océanos no conocen fronteras, por lo que la conservación de los ricos recursos que albergan no puede ser agenda de un solo país. Ecuador, Costa Rica, Panamá y Colombia lo saben muy bien y hace 21 años decidieron unir esfuerzos para proteger uno de los puntos en biodiversidad más importantes del mundo: el Corredor Marino del Pacífico Este Tropical (CMAR).

Han sido dos décadas de colaboración en temas clave como investigación científica, pesca, Áreas Marinas Protegidas, turismo sostenible y vigilancia y monitoreo marítimos, lo cual se lleva a cabo desde las más altas esferas de la toma de decisiones, con el Comité Regional Ministerial del CMAR, integrado por los ministros de Ambiente de los países miembro, hasta los niveles más técnicos y operativos en una revisión constante de políticas y planes, como el Plan de Acción 2025-2035, que representa la brújula que guiará nuestras acciones en la próxima década.

A lo largo de todo este tiempo, el CMAR ha logrado duplicar sus áreas marinas protegidas, que pasaron de 5 a 10, las cuales se encuentran ahora más interconectadas y muchas de estas ostentan, además, la categoría de patrimonio natural de la humanidad, como los parques nacionales Galápagos (Ecuador), Isla del Coco (Costa Rica) y Coiba (Panamá) y el Santuario de Fauna y Flora Malpelo (Colombia).

Más allá, se colabora a nivel de áreas marinas protegidas con México, con el Parque Nacional Revillagigedo y Francia, con Clipperton, áreas marinas protegidas que son también clave en las rutas migratorias de especies como el tiburón martillo y la ballena jorobada.

Todo esto permite mostrar resultados que se traducen en una protección más efectiva de los extraordinarios recursos marino-costeros del corredor, en una de las zonas más productivas del Pacífico Este Tropical, así como su uso sostenible para garantizar su permanencia para las futuras generaciones.

La supervivencia de cientos de especies únicas y vulnerables, así como los medios de vida de millones de personas dependen de la buena salud del Corredor.

Esto ha posibilitado que el CMAR sea un referente mundial en el camino hacia la meta 30X30 de las Naciones Unidas, para conservar el 30% de los océanos para el año 2030, como un ejemplo de que sí es posible lograr acuerdos efectivos y duraderos entre los países en pro de un objetivo común. Y así fue reconocido en la pasada Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Océano (UNOC 3), celebrada en Niza, Francia en junio de 2025.

Esta colaboración regional que ha rendido frutos también con el apoyo de muchísimas organizaciones aliadas y donantes, no se queda allí: el CMAR avanza hacia su consolidación mediante la instalación de una Secretaría Ejecutiva con sede permanente en Panamá, para lograr una mejor coordinación regional y la gestión de un acuerdo vinculante que le brindará solidez jurídica a la iniciativa, la cual nació en 2004 como un acuerdo voluntario entre los países miembro y poder extenderse, incluso, a otros países que integran el Pacífico Este Tropical.

No menos importante, se avanza también con la iniciativa de convertir al CMAR en la primera reserva de biosfera transfronteriza marina del planeta, para crear consciencia y fortalecer aún más la conservación de los extraordinarios recursos marinos-costeros del Pacífico Este Tropical y continuar sirviendo de inspiración para el mundo.

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