Proyecto fue rechazado por votación 1 vs. 4 esta noche.

La Comisión Especial de Turismo de la Asamblea Legislativa rechazó este martes el proyecto de ley que pretendía que las propinas y el cargo del 10% que pagan los clientes que asisten a restaurantes, bares, sodas y otros establecimientos donde se preste el servicio en mesa, fuera repartido entre todos los trabajadores del establecimiento comercial.

La iniciativa, tramitada bajo el expediente 24.238, fue presentada por la diputada liberacionista Carolina Delgado Ramírez, su compañera Alejandra Larios Trejos, la independiente María Marta Padilla Bonilla y el diputado independiente (ex-PLP) Luis Diego Vargas Rodríguez.

Al proyecto ya se le había vencido el plazo reglamentario para ser dictaminado por lo que este martes la comisión votó, sin discutir, una propuesta de texto sustitutivo que fue rechazada con 1 voto a favor y 4 en contra, mientras que a la hora de votar el expediente por el fondo se obtuvo el mismo resultado negativo.

Delgado fue la única diputada que votó favorablemente el expediente, mientras que Katherine Moreira Brown (PLN), Priscilla Vindas Salazar (FA), Melina Ajoy Palma (PUSC) y Luis Diego Vargas Rodríguez (ex-PLP) lo votaron en contra.

En 2012 el Congreso aprobó la ley 9116 que creó el impuesto del 10% por concepto de servicio a la mesa calculado sobre la cuenta del servicio sin incluir el impuesto de ventas. Ese monto se destina como pago adicional al salario que reciben saloneros y meseros de restaurantes, bares, sodas y otros establecimientos donde se preste el servicio en mesa.

Dicha ley, además, dispuso que cualquier monto adicional sería una propina voluntaria del cliente, y prohibió a los establecimientos comerciales colocarla forzosamente en las facturas. Además, esa ley dispuso que tanto el 10% de servicio como las propinas voluntarias no se consideran parte del salario y por ende no se pagan cargas sociales como seguridad o impuestos por ellas.

Al presentar el proyecto de ley hace un año, la diputada Delgado afirmó que "aunque en muchos restaurantes y bares los mismos trabajadores se han venido organizando voluntariamente para repartir la totalidad del servicio 10% y de la propina entre todos los trabajadores que participan, esto no se da en todos los casos, dejando sin reconocimiento pecuniario el aporte de aquellos que no son meseros o saloneros".

Esto es particularmente sensible en negocios pequeños, donde la mayoría de las cocineras son mujeres, por lo que estamos se está dando una desigualdad injustificada en materia de ingresos y una injusticia evidente en perjuicio de trabajadoras que también contribuyen a que todo a pedir de boca. También lo es en actividades gastronómicas cada vez más complejas, donde se requiere conocimiento especializado en barismo, alta cocina, coctelería y otras técnicas sofisticadas, lo que hace necesario otorgar un reconocimiento dinerario".