Actualmente no existe límite de tiempo para votar, por lo que los diputados tardan hasta 7 minutos en presionar un botón.
El diputado Carlos Felipe García Molina, de la Unidad Social Cristiana y primer secretario del Directorio Legislativo, presentó este miércoles un proyecto de reforma al Reglamento de la Asamblea Legislativa para fijar un plazo máximo de tres minutos en que los congresistas puedan emitir su voto en el plenario y comisiones.
La iniciativa, que se tramitará bajo el expediente 25.144, reforma el artículo 105 del reglamento para subsanar el vacío normativo en el que no existe un límite temporal para que, una vez abierta la votación, los diputados presionen el botón de "a favor" o "en contra". La norma vigente únicamente obliga a quienes estuvieron presentes en la discusión a emitir su voto, con sanción económica en caso de incumplimiento.
Según García, esa ausencia de regulación ha permitido prácticas que entorpecen la labor parlamentaria. "No prevé un plazo máximo para ejercer el derecho-deber de votar, lo que ha generado prácticas que afectan la fluidez de las sesiones y entorpecen la toma de decisiones legislativas", afirmó el legislador.
El texto agrega que estas demoras se han vuelto sistemáticas y citó como ejemplo un registro elaborado por Delfino.cr, según el cual en las primeras 52 mociones de fondo al proyecto de ley de jornadas de 12 horas desde que se agotó la posibilidad de hacer uso de la palabra, la Presidencia tuvo que pedir en 591 ocasiones que los diputados presentes emitieran su voto. Los más requeridos fueron Dinorah Barquero Barquero (PLN) con 57 llamados, Rocío Alfaro Molina (FA) con 54 y Pedro Rojas Guzmán (PLN) con 46.
La reforma propuesta establecería que, a partir del inicio de una votación, los legisladores tendrán tres minutos para emitir su voto. La inobservancia acarreará la pérdida de la dieta de la sesión en que se produzca la falta. También introduce una excepción: si durante ese lapso se producen fallas técnicas no imputables al congresista, el plazo no se aplicará.
En su exposición de motivos, García citó la doctrina parlamentaria y ejemplos de otros parlamentos (como España, Reino Unido, Australia, Estados Unidos y Uruguay) que fijan tiempos de votación que van desde 15 segundos hasta 15 minutos, según el sistema empleado.
La propuesta introduce una estructura que reafirma lo que en los sistemas parlamentarios actuales existe y que se ha denominado ‘la disciplina del voto’, asegurando que el ejercicio del voto contribuya al orden, la rapidez y la eficacia del proceso legislativo".
El diputado defendió que esta modificación no limita el derecho de participación de los congresistas, sino que ordena su ejercicio en beneficio de la funcionalidad del órgano colegiado.
La reforma propuesta en esta iniciativa ofrece ventajas importantes, tales como: Mayor eficiencia legislativa, al reducir tiempos muertos y agilizar la aprobación de proyectos, mociones y otros asuntos, transparencia y control, al facilitar la identificación de incumplimientos y la aplicación objetiva de la sanción prevista en el artículo 105, armonización con prácticas internacionales, al colocar a la Asamblea Legislativa en estándares comparables con parlamentos modernos y sobre todo, seguridad jurídica, al evitar interpretaciones discrecionales sobre cuánto tiempo puede durar la emisión del voto".
Con esta reforma, las 2419 mociones pendientes al proyecto de jornadas de 12 horas podrían votarse en 120.95 horas de sesión, equivalentes a poco más de 20 días de sesión doble (mañana y tarde, seis horas en total).
Por tratarse de una reforma al reglamento del Congreso su aprobación requiere el voto afirmativo de al menos 38 congresistas. A diferencia de los proyectos de ley las reformas al reglamento solo requieren una votación, rigen a partir de su aprobación (a menos que se indique algo diferente), no deben ser enviadas a trámite de comisión y no requieren la firma del Poder Ejecutivo.