Capacitación en Limón fortaleció la cooperación entre Costa Rica y la UE en la lucha contra el narcotráfico marítimo.
Funcionarios del Servicio de Guardacostas, la Policía de Fronteras, equipos de buceo y de la Unidad de Intervención Policial recibieron la semana pasada una formación especializada para la detección de estupefacientes en embarcaciones. La capacitación fue impartida por instructores de República Dominicana y España como parte del programa europeo de cooperación portuaria SEACOP, al que Costa Rica se incorporó tras la firma de un Memorando de Entendimiento en febrero pasado.
El entrenamiento, realizado del 2 al 6 de junio en la zona de Limón, combinó teoría y práctica. Los participantes profundizaron en conocimientos sobre arquitectura de embarcaciones, métodos de ocultamiento utilizados por redes criminales, metodologías de búsqueda en condiciones adversas y técnicas de inteligencia operativa.
Una de las prácticas incluyó el uso de la lancha patrullera La Combattante, de las Fuerzas Armadas Francesas, en el marco de un intercambio de cooperación regional para combatir el tráfico de drogas en el Caribe.
El embajador de la Unión Europea en Costa Rica, Pierre-Louis Lempereur, participó en la ceremonia de entrega de certificados y afirmó:
La Unión Europea fortalece su cooperación mediante alianzas a largo plazo y duraderas, en las que nuestras políticas trascienden el papel y elevamos el compromiso con acciones tangibles que permitan mejorar la seguridad del país a través del trabajo conjunto y continuo entre la Unión Europea y las autoridades”.
Según informó el coordinador regional para América Latina, Alfredo Díaz Sánchez, Costa Rica también participará este semestre en el Encuentro Operativo GRES PACÍFICO, una estrategia de SEACOP que reúne a Perú, Ecuador, Colombia, Panamá, República Dominicana y Costa Rica para combatir amenazas concretas en el ámbito marítimo con destino final en Europa.
Además, la cooperación de la Unión Europea con el país en temas de seguridad incluye los programas El PACCTO 2.0 —orientado al combate del crimen organizado— y COPOLAD III, enfocado en políticas de drogas, ambos dirigidos a ofrecer respuestas eficaces frente al crimen organizado transnacional.