Conozca las etapas del cáncer de próstata y por qué hacerse chequeos a tiempo puede marcar la diferencia.
Tres consejos para aplicar hoy mismo:
- Recuerde realizar sus exámenes rutinarios aún cuando no tenga síntomas. La detección temprana salva vidas.
- Evite el miedo al diagnóstico, recuerde que conocer su estado de salud le permite actuar con tiempo.
- Recuerde que los cuidados paliativos no son solo para etapas terminales, sino que también pueden ayudar con efectos secundarios de tratamientos para etapas tempranas.
El cáncer de próstata es uno de los tipos de cáncer más comunes en hombres. Se desarrolla en la próstata, una glándula pequeña situada justo debajo de la vejiga, responsable de producir el líquido seminal.
Aunque esta glándula tiende a crecer lentamente con la edad, cuando aparecen células cancerígenas, pueden multiplicarse rápidamente y salirse de control.
Afortunadamente, muchos casos de cáncer de próstata tienen un pronóstico muy favorable, especialmente cuando se detectan de forma temprana. De hecho, la tasa de supervivencia en etapas iniciales es del 100%, lo que subraya la importancia de la detección precoz y del conocimiento sobre cómo progresa la enfermedad.
A continuación, le explicamos las cuatro etapas principales del cáncer de próstata, cómo se manifiestan y qué opciones de tratamiento existen en cada caso.

Etapa 1: El comienzo silencioso
Esta es la fase más temprana y menos agresiva del cáncer de próstata. En esta etapa, el tumor es muy pequeño, está completamente contenido dentro de la próstata y, en la mayoría de los casos, no causa síntomas evidentes.
A menudo, se detecta por casualidad durante pruebas rutinarias de antígeno prostático (PSA, por sus siglas en inglés) o por biopsias realizadas por otras razones. El tacto rectal generalmente no permite detectarlo en esta fase, ya que no es palpable.
Tratamiento:
Se suele optar por una vigilancia activa, es decir, no se administra tratamiento inmediato, pero el paciente es monitoreado cuidadosamente mediante chequeos médicos como análisis de sangre, resonancias y biopsias periódicas.
Esto permite actuar solo si el cáncer muestra signos de progresión, evitando tratamientos innecesarios y sus efectos secundarios.
Etapa 2: Aún localizado, pero más avanzado
El cáncer sigue estando contenido dentro de la próstata, pero el tumor puede ser más grande o mostrar signos de ser más agresivo al observarse al microscopio.
Esta etapa se subdivide en 2A, 2B y 2C, según el tamaño del tumor, los niveles de PSA y el grado (una forma de evaluar qué tan anormales lucen las células).
Tratamiento:
A diferencia de la etapa 1, la vigilancia activa puede ser parte del plan inicial, pero es probable que se requiera tratamiento adicional. Las opciones incluyen:
- Cirugía para extirpar la próstata (prostatectomía radical)
- Radioterapia (externa o interna)
- Terapia hormonal para reducir o frenar el crecimiento de las células cancerosas
Etapa 3: El cáncer se extiende localmente
Aquí el cáncer ha salido de la próstata y comienza a invadir tejidos cercanos, aunque aún no se ha diseminado a los ganglios linfáticos ni a órganos distantes. Es una forma más agresiva del cáncer y requiere intervención activa.
Se subdivide en 3A, 3B y 3C, dependiendo del grado de extensión y la agresividad del tumor.
Tratamiento:
Las estrategias suelen ser combinadas:
- Radioterapia externa (EBRT)
- Terapia hormonal
- Cirugía seguida de radioterapia
Etapa 4: El cáncer se disemina
Es la etapa más avanzada, también conocida como cáncer metastásico. El cáncer ya ha llegado a los ganglios linfáticos u otros órganos como vejiga, huesos, hígado o pulmones.
Se subdivide en:
- 4A: diseminación a ganglios cercanos
- 4B: diseminación a órganos distantes
Síntomas comunes:
Fatiga, pérdida de peso, dolor en los huesos u otros síntomas relacionados con los órganos afectados.
Tratamiento:
Ya no se busca la cura, sino el control de la enfermedad. Las opciones incluyen terapias hormonales, quimioterapia, inmunoterapia y cuidados paliativos para mejorar la calidad de vida.
Etapa terminal: Cuando el tratamiento ya no funciona
Tras años de vivir con cáncer avanzado, la enfermedad puede entrar en una fase terminal. Aquí, el enfoque se desplaza completamente a los cuidados paliativos:
- controlar el dolor
- mejorar el confort
- acompañar emocionalmente al paciente y su familia
Vivir con cáncer de próstata
Ser diagnosticado con cáncer de próstata no es una sentencia de muerte. Más del 95% de los pacientes con diagnóstico temprano viven más de cinco años, y muchos nunca desarrollan síntomas graves. Incluso en la etapa 3, la mayoría responde bien al tratamiento.
Aunque el cáncer en etapa 4 no tiene cura, alrededor del 50% de los pacientes sobreviven al menos cinco años con apoyo médico integral.
El conocimiento de las etapas del cáncer de próstata permite a pacientes y familias tomar decisiones informadas sobre su tratamiento y calidad de vida. Si es una persona con alto riesgo de desarrollar este cáncer, consultar regularmente con un urólogo, especialmente después de los 50 años (o antes si hay antecedentes familiares), puede marcar la diferencia.
El contenido médico de este artículo fue verificado por el Dr. Dionisio Flores, Oncólogo, Geriatra y director clínico del Centro de Cáncer del Hospital Metropolitano.