Como profesional de la salud preocupada por los altos índices de obesidad y enfermedades crónicas como la diabetes, hipertensión arterial, entre otras, que están afectando a nuestra población e inclusive adolescentes y niños, llamo al atención a esta invitación: Caravanas Navideñas de Coca‑Cola.
La empresa invitó a visitar las caravanas “para disfrutar de una noche mágica llena de risas, espíritu navideño y una Coca‑Cola.”
¿Desde cuándo se asocia la Navidad con un producto relacionado con enfermedades y muertes? Esta invitación es a consumir una bebida con un contenido de azúcar en exceso, según la ingesta diaria recomendada por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Preocupante también es ver cómo algunas municipalidades aparentemente se alían a la empresa ya que se presentaron en las siguientes localidades:
- Parque Centenario Goicoechea
- Parque Central Alajuelita
- Parque Juan Rafael Mora Porras, Ciudad Colón
- Polideportivo Santo Domingo
- Cancha de futbol San Antonio de Belén
- Parque Central Coronado
- Parque Centenario Desamparados
- Centro de eventos Pedregal
Una de las presentaciones más consumidas es la Coca‑Cola Sabor Original 600 ml contiene 64 gramos de azúcar, lo que equivale a aproximadamente 12½ cucharadas cafeteras. Este consumo puede representar entre el 180% y el 252% de la ingesta diaria recomendada de azúcar para un adulto (una cucharada cafetera es de 5 gramos), otros ingredientes: agua carbonatada, color caramelo IV, acidulante (ácido fosfórico), saborizantes naturales (incluyendo cafeína).
De acuerdo con la Asociación Americana del Corazón la cantidad de azúcar máxima tolerada para un adulto es de 5 a 7 cucharadas cafeteras de azúcar para todo un día.
Si un niño consume una botella de 600 ml de Coca-Cola está ingiriendo del 315% a 420% del azúcar máxima tolerada para todo el día, ya que un niño no debe consumir más de 3 a 4 cucharadas cafeteras de azúcar diarias, de acuerdo con esta Asociación.
Con respecto a los colorantes que están presentes en esta bebida: Caramelo IV, se elabora con amonios y sulfuros que al calentarlos se producen unos subproductos llamados 2-metilimidazol y 4-metilimidazol (2-MI y 4-MI), los cuales se ha demostrado que causan cáncer.
La OEHHA (Oficina de Asesoría para los Riesgos de Salud Ambiental, que pertenece a la Agencia de Protección Ambiental de California) ha propuesto que la cantidad máxima que se puede ingerir de estos subproductos no debe superar los 29 ug.
Sin embargo, una lata de Coca-Cola contiene poco más de 130 ug, que representa más del 800% de lo recomendado.
Por otra parte, la cafeína es un estimulante que puede elevar la presión arterial y la frecuencia cardíaca, estos son solo dos de los efectos que la cafeína puede tener en los niños, además puede tener otros efectos adversos significativos en la salud de los niños, desde problemas como insomnio y malestar estomacal hasta efectos psicológicos como ansiedad y dificultad para concentrarse.
¿Estarán nuestras autoridades municipales conscientes de esto? Asimismo ¿los padres de familia están conscientes del contenido de estas bebidas azucaradas?, me atrevería a decir que no y es por esto que es importante aprobar el proyecto de ley 23.861, Ley de Etiquetado Frontal con Advertencias Nutricionales para Productos Alimenticios y Bebidas con Contenido no Alcohólico que la Organización Panamericana de la Salud (OPS) recomienda, este organismo ha señalado que la información nutricional en el frente de los envases de los alimentos que advierten del contenido excesivo en grasas, azúcares y sal, son la mejor manera de ayudar a las personas a evitar compras no saludables. Y de igual manera advierte del contenido de cafeína que es nocivo para los niños.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) advierte que para el año 2060 la incidencia de obesidad llegaría al 94% de la población en Costa Rica. ¡Es hora de actuar!
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