Estudio reconoce que el MEP ha presentado iniciativas valiosas, sin embargo, todavía existen retos por subsanar.
Según un análisis que presentó el decanato del Centro de Investigación y Docencia en Educación (CIDE) de la Universidad Nacional (UNA), algunos de los principales desafíos que enfrenta el sistema educativo del país al cierre del curso lectivo 2024 son:
- Deterioro de la infraestructura escolar.
- Perjuicio en las condiciones laborales de los docentes.
- Violencia escolar.
- Falta de personal de orientación en los centros educativos.
El mismo estudio también reconoce que, a pesar de estos obstáculos, hay avances en áreas clave, como el Bachillerato para la Empleabilidad y el Emprendimiento (BEE), y la enseñanza de inglés en zonas rurales. Simultáneamente, alerta sobre el impacto que los recortes presupuestarios pueden ocasionar al sistema para el año 2025, ya que presenta un recorte significativo de ₡65.000 millones, lo que reduciría la inversión educativa al 4.8% del Producto Interno Bruto (PIB), muy por debajo del mandato constitucional del 8%.
Este recorte seguirá afectando áreas clave, como la infraestructura escolar, los programas de apoyo a estudiantes y la formación del profesorado, lo que provoca un aumento en las desigualdades en el acceso a la educación y pone en peligro los avances obtenidos en las últimas décadas, indicaron desde la UNA.
El análisis realizado señala que 849 centros educativos operan bajo órdenes sanitarias debido a condiciones insalubres y deterioro estructural, lo que pone en riesgo la seguridad de estudiantes y docentes, además de limitar la calidad educativa.
“La necesidad de un plan de mantenimiento preventivo para la infraestructura escolar es urgente, especialmente en las zonas más vulnerables del país”, indicó Susana Jiménez Sánchez, vicedecana de este Centro. Asimismo, subrayó que ha habido retrasos en los pagos a los docentes, con más de 500 denuncias planteadas ante la Defensoría de los Habitantes, lo cual "evidencia la falta de planificación presupuestaria y una inadecuada gestión administrativa que afecta el bienestar y la estabilidad laboral del profesorado".
El estudio también destaca otra problemática creciente en la salud mental de los educadores: se han presentado más de 108.000 incapacidades este año, ocasionadas por estrés y síndrome de burnout (conocido como quemado).
Por otro lado, el aumento de la violencia en los centros educativos es alarmante para el centro de investigación de la UNA, ya que fueron 313 casos reportados en la primera mitad del presente año. A pesar de la relevancia de los profesionales de orientación, solo el 6% de las escuelas cuentan con este personal, lo que limita la capacidad de intervención ante situaciones de acoso y violencia escolar.
Recomendaciones
El CIDE-UNA hizo un llamado a las autoridades gubernamentales y a la comunidad educativa en general a priorizar una serie de acciones urgentes para fortalecer el sistema educativo. Entre estas se ubican:
- Crear un plan de mantenimiento preventivo para los centros educativos más deteriorados. La inversión en infraestructura debe garantizar espacios seguros y adecuados, reducir el hacinamiento y el desgaste de las instalaciones.
- Aumentar las horas de formación y capacitación, especialmente en áreas rurales. Además, es fundamental ofrecer apoyo psicológico a las personas docentes y espacios para su desarrollo profesional y emocional.
- Incrementar el número de profesionales en orientación y diseñar programas de intervención temprana para abordar y prevenir casos de acoso y otros conflictos en los centros educativos.
- Solucionar los retrasos en la distribución de los equipos tecnológicos, y asegurar que lleguen a las aulas. Además, fortalecer la formación en competencias digitales para el estudiantado y el profesorado, vital para una educación del siglo XXI.