UCR, Roche, Grupo Montecristo, Hospital Metropolitano y Geocycle realizarán campaña de recolección.

Un estudio publicada en la revista Environmental Research este 2024 encontró que desechos médicos estarían llegando a la fauna silvestre en Costa Rica a través de fuentes de agua.

En esta investigación, se examinó la presencia de antibióticos y productos farmacéuticos en aguas superficiales de Costa Rica, específicamente en regiones cercanas a hábitats felinos. El estudio reveló que el 47% de las muestras de agua contenían trazas detectables de al menos un antibiótico.

La ciprofloxacina y la norfloxacina fueron los compuestos detectados con mayor frecuencia, cada uno con una tasa de detección del 27%. También se encontraron otros antibióticos, como la eritromicina, la roxitromicina y la trimetoprima, pero en frecuencias más bajas, alrededor del 14%.

Además, detallaron que todas las concentraciones de antibióticos estaban por debajo de los 10 ng/L, lo que indica bajos niveles de contaminación por antibióticos. También se encontraron residuos farmacéuticos, como acetaminofén y tramadol, en las muestras.

El estudio indica que se deben investigar el impacto potencial de los contaminantes en la vida silvestre en áreas protegidas y su papel en la transmisión de la resistencia a los antibióticos.

La Universidad de Costa Rica (UCR) detalló que el descubrimiento sugiere un riesgo de alteración de los ecosistemas y un potencial impacto en la salud humana y animal. Esto, en parte, impulsado por fuentes de agua contaminadas.

La UCR compartió que según estudios científicos, actualmente los fármacos vencidos o en desuso que son mal desechados se convierten en potentes contaminantes nuevos (emergentes) capaces de dañar el ambiente.

La razón principal se debe a que pueden contener compuestos químicos muy estables, lo que les permite estar largo tiempo en el medio ambiente.

Lo anterior hace que, cuando se eliminan incorrectamente en el agua, en el suelo o en la basura, lleguen a ríos, lagos y océanos, donde sus compuestos activos permanecen de manera prolongada. Esto, a su vez, puede dañar los ecosistemas acuáticos y terrestres.

Una investigación realizada en el 2021, y dada a conocer por la revista Process Safety and Environmental Protection, descubrió que en las aguas de los ríos del gran área metropolitana de San José ya había restos de medicamentos.

Yuliana Porras Aguilar, estudiante de Farmacia de la UCR, comentó:

Cuando los antibióticos llegan al ambiente, por ejemplo, pueden contribuir al desarrollo de bacterias resistentes, ya que estas se exponen a pequeñas dosis de estos medicamentos. La resistencia antimicrobiana es un problema de salud pública global y el desecho de fármacos en el ambiente lo agrava”.

El mal desecho de fármacos contamina cuerpos de agua y el suelo, lo que afecta la biodiversidad y la salud pública.

Falsificaciones

Adicional al daño ambiental, los medicamentos desechados de manera incorrecta propician la falsificación de fármacos.

Uno de los motivos se da por la recuperación de envases originales, así como sus empaques y etiquetas, por parte de grupos organizados. La captación le permite a los criminales hacer que sus productos parezcan auténticos, confundan a las personas usuarias y se dificulte la detección.

Asimismo, algunos falsificadores pueden extraer ingredientes activos de los medicamentos desechados, utilizarlos en productos falsos o revenderlos en mercados informales, detallaron desde la  UCR.

El no realizar un desecho adecuado de fármacos abre las puertas para que estos se deterioren o se venzan.

Como consecuencia, el almacenamiento de medicamentos en casa puede llevar a su subutilización y acumulación innecesaria.

La UCR indicó que guardar medicamentos “por si acaso” aumenta el riesgo de intoxicaciones, porque pueden llegar a estar al alcance de niñas, niños, mascotas o personas que no los necesitan. Además, la acumulación puede generar accidentes si las personas confunden sus tratamientos.

Porras Aguilar detalló:

Utilizar medicamentos vencidos representa un riesgo para la salud, ya que pueden ser peligrosos o menos efectivos debido a un cambio en la composición química o una disminución en el efecto deseado. También algunos medicamentos expirados corren el riesgo de presentar crecimiento bacteriano y desarrollar enfermedades más serias”.

Campaña de recolección

Con el propósito de cambiar esa realidad, la Facultad de Farmacia de la Universidad de Costa Rica (UCR), junto con Roche, Grupo Montecristo, Hospital Metropolitano y Geocycle, estarán efectuando una campaña de recolección de medicamentos vencidos, en mal estado o en desuso.

La iniciativa es parte del cursoIntervenciones de salud pública en farmacias de comunidad de la UCR, y se llevará a cabo el viernes 22 de noviembre del 2024 de 8:00 a. m. a 1:00 p. m.

La campaña se efectuará en dos lugares de la Sede Rodrigo Facio de la UCR, en San Pedro Montes de Oca. La primera locación es en la Facultad de Farmacia (finca uno) y el segundo lugar es la Facultad de Ingeniería (finca dos).

Los medicamentos no utilizables, vencidos o en desuso que se van a recolectar son aquellos que han superado su fecha de caducidad, los que las personas no necesitan y tienen almacenados en casa, los que presentan alteraciones físicas como cambios de color u olor, y aquellos con daños en el empaque como perforaciones en el blister o en sus tapas, entre otros.

Hay algunos medicamentos que no se recibirán. Entre los fármacos que no se recibirán están los psicotrópicos como (clonazepam, fenobarbital, diazepam etc.), los estupefacientes (morfina, codeína, tramadol etc.) y los instrumentos de salud punzo cortantes como jeringas de insulina.