América Latina sigue siendo la segunda región con mayor tasa de fecundidad en adolescentes a nivel mundial y Costa Rica no se aleja de esa realidad.
El día de ayer, se conmemoró el Día Mundial de Prevención del Embarazo no Planificado en Adolescentes y el Día Mundial de la Anticoncepción, por lo que, el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) en Costa Rica hace un llamado urgente a tomar medidas frente a la preocupante cifra de más de 4.500 nacimientos en adolescentes que se registran anualmente en el país.
El UNFPA indica que estos representan el 9% del total de nacimientos, lo cual se traduce en un estancamiento en términos relativos por segundo año consecutivo. La situación exige sostener estrategias que han sido de impacto en los últimos años y a innovar para abordar los nuevos desafíos en nuevos contextos post pandemia COVID-19. La tasa de fecundidad entre adolescentes de 15 a 19 años es de 23.2 por cada mil personas en esas edades, lo que evidencia una problemática persistente que impacta negativamente su desarrollo integral.
El jefe de oficina de UNFPA Costa Rica, Juan Luis Bermúdez Madriz, enfatizó en la relevancia de esta fecha así como el mandato que tienen como sociedad:
Es imperativo recordar una vez más que la meta es cero pues los embarazos en la adolescencia vulneran de los derechos humanos en una etapa crucial de la vida. Cada embarazo en la adolescencia representa barreras para el desarrollo personal y profesional de nuestras jóvenes. Todos podemos contribuir a que las personas adolescentes tengan acceso a la información y los servicios necesarios para tomar decisiones saludables sobre su sexualidad”.
En 2023, nueve niñas menores de trece años se convirtieron en madres y 198 nacimientos se dieron en niñas entre los 10 y 14 años. Los embarazos en estas edades deben ser erradicados , según el UNFPA. Señalan que la única manera de hacerlo es con acciones conjuntas entre las organizaciones, instituciones, comunidades y familias. El UNFPA insta a “fortalecer la educación integral en sexualidad, la cual califica como fundamental para empoderar a las y los adolescentes, brindándoles herramientas necesarias para prevenir embarazos no planificados y ejercer sus derechos sexuales y reproductivos de manera plena y responsable”.
Se deben crear entornos donde cada adolescente pueda crecer y desarrollarse. Asimismo, construir un futuro donde los derechos de las personas jóvenes sean plenamente respetados y protegidos. Esto se puede realizar únicamente por medio del trabajo conjunto.