El evento fue causado por un deslizamiento que generó un megatsunami de 200 metros de altura y una señal sísmica sin precedentes.
Un deslizamiento de tierra en el noreste de Groenlandia, en septiembre de 2023, generó un megatsunami de 200 metros de altura que causó una vibración global en la Tierra durante nueve días, según un estudio publicado en la revista Science.
El evento, provocado por el adelgazamiento de los glaciares debido al cambio climático, involucró el desprendimiento de 25 millones de metros cúbicos de roca y hielo en el fiordo Dickson, causando un fenómeno conocido como seiche, donde las aguas del fiordo se movieron de un lado a otro durante más de una semana.
Dato D+: Un fiordo es un valle que fue excavado por un glaciar y posteriormente inundado por el mar, formando un golfo estrecho y profundo entre montañas.
La señal sísmica generada por este movimiento fue detectada en estaciones de todo el mundo, desde el Ártico hasta la Antártida. Los investigadores del Servicio Geológico de Dinamarca y Groenlandia (GEUS) y de 40 instituciones de 15 países, incluido el Observatorio Vulcanológico y Sismológico de Costa Rica (OVSICORI), colaboraron para analizar los datos sismológicos, imágenes satelitales y simulaciones de olas. Este equipo multidisciplinario determinó que el deslizamiento fue una consecuencia directa del cambio climático, que ha adelgazado los glaciares en las últimas décadas.
Esteban Chaves, sismólogo del OVSICORI y uno de los autores del estudio, explicó que este tipo de eventos generan ondas sísmicas globales que se registran como señales atípicas:
Esta misteriosa señal sísmica dejó su huella durante nueve días en sensores de alta sensibilidad en todo el mundo, desde el Ártico hasta la Antártida. Dicha señal parecía completamente diferente a los registros de terremotos en diferentes rangos de frecuencia: contenía solo una frecuencia de vibración, como un zumbido de sonido monótono. Nunca los científicos habían observado un mecanismo tan inusual que provocara una señal sísmica global".
El deslizamiento no solo generó una fuerte actividad sísmica, sino que también causó olas de hasta cuatro metros de altura que dañaron una base de investigación en la isla de Ella Ø, a 70 km del fiordo Dickson, y afectaron varios sitios arqueológicos en la región. Afortunadamente, en el momento del evento, no había cruceros turísticos en las proximidades del fiordo, lo que evitó posibles tragedias adicionales.