Especialistas urgen a la población a estar alerta ante señales tempranas de pérdida auditiva.
En los primeros siete meses de 2024, la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) ha atendido a 38.423 personas por problemas de sordera, un aumento significativo con respecto a los 57.412 pacientes registrados durante todo el año pasado. La institución alertó a la población sobre la necesidad de estar vigilantes ante señales tempranas de pérdida de audición, como la dificultad para mantener una conversación o la necesidad de aumentar el volumen de dispositivos.
El doctor Gilbert Guevara Villegas, especialista en Otorrinolaringología del Hospital San Juan de Dios, destacó que la detección precoz y el tratamiento adecuado pueden marcar la diferencia en el desarrollo de la sordera.
Los datos del Área de Estadística en Salud de la CCSS señalan un aumento constante en las atenciones por sordera, especialmente entre los adultos mayores. En 2023, los hospitales reportaron 886 hospitalizaciones por sordera, principalmente de personas mayores de 45 años, con casos relacionados a pérdidas auditivas súbitas o de rápida progresión. En estos casos, la sordera puede deberse a trastornos vestibulares, procesos vasculares o traumatismos que afectan el oído.
La evaluación diagnóstica de la sordera se realiza a través de un audiograma, un estudio donde se presentan diversos tonos sonoros a diferentes intensidades. Este examen permite clasificar la sordera en leve, moderada, severa, profunda y anacusia. En los casos más severos, donde los pacientes no son candidatos para audífonos, se ofrece la opción quirúrgica, incluyendo la colocación de aparatos de vibración que transmiten sonido a través del nervio o el implante coclear, disponible únicamente en el Hospital México y el Hospital Nacional de Niños.
En el ámbito pediátrico, la doctora Paula Ramos Castro, jefa del servicio de Otorrinolaringología del Hospital Nacional de Niños, explicó que el tamizaje auditivo neonatal es fundamental. Cuando este tamizaje resulta alterado, los niños son referidos a centros especializados para estudios más detallados, como los Potenciales Evocados Auditivos de Tallo Cerebral.
Para prevenir la pérdida de audición en niños y adolescentes, la CCSS recomendó cumplir con el esquema de vacunación completo, tratar oportunamente la otitis infantil, limitar el uso de audífonos a no más de dos horas diarias y mantener un volumen adecuado en dispositivos electrónicos. Además, es vital para los pacientes con pérdida auditiva congénita seguir un diagnóstico y tratamiento continuos, ya que el sistema de salud costarricense ofrece aparatos auditivos y programas quirúrgicos para aquellos que requieren intervención quirúrgica.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que alrededor del 5% de la población mundial, es decir, 430 millones de personas, padecen una pérdida auditiva discapacitante, con proyecciones de que esta cifra podría superar los 700 millones para 2050.