Por Yancy Feng Wen – Estudiante de la carrera de Ingeniería Biomédica
De acuerdo con Toni Esteve (2020), “Wearable es un anglicismo que podríamos traducir por “llevable” o “vestible” y que refiere a minicomputadoras que llevamos en nuestro atuendo”. Estas podrían ser distintos dispositivos electrónicos en camisetas, calcetines, calzado, y complementos como gafas, auriculares, cinturones, relojes.
Uno de los ejemplos más comunes vistos día a día son los relojes inteligentes como el Apple Watch. Este notifica llamadas, mensajes, y monitoriza el ritmo cardiaco, los pasos diarios, la cantidad de calorías quemadas diariamente, los ciclos de sueño, entre otras funciones. Otros ejemplos menos comunes son las prendas con electrodos que permiten controlar arritmias y predecir futuros problemas cardiacos; así como otras prendas que monitorizan los niveles de glucosa en la sangre. Todos datos que se recolectan se almacenan en la base de datos de la nube e incluso se puede programar para enviar la información recolectada al personal médico.
Los dispositivos de monitorización vestible de signos vitales, conocidos también como wearables, a través de los años han aportado cada vez más al desarrollo de la sociedad y en especial en el área de la salud. La continua evolución tecnológica permite que estos dispositivos mejoren la calidad de vida y la atención a la salud de los usuarios a través de la obtención y almacenamiento de datos de sus signos vitales. Una gran ventaja en la situación actual es que los dispositivos de monitorización vestible con todas sus características y avances tecnológicos se han vuelto una gran herramienta para evitar la propagación del coronavirus. Actualmente, estos dispositivos aportan a la lucha contra la pandemia de SARS-CoV-2 de diferentes maneras, con sencillas acciones como la toma de la temperatura corporal, del ritmo cardiaco y de los ciclos de sueño.
Un claro ejemplo y documentado es el caso de Petri Hollmen, quien usa un anillo Oura todos los días y fue diagnosticado gracias a este aun no presentando ningún síntoma visible. Hollmen recibió una notificación de parte de su wearable indicando bajos niveles de “recuperación”. Aunque este no presentaba ningún síntoma asociado al covid-19, se realizó la prueba diagnóstica que resultó ser positiva, ya que había regresado recientemente de un viaje. Los científicos creen que la tecnología vestible podría predecir y ayudar a la preparación de la sociedad contra próximas oleadas de virus.
Entonces, ¿los wearables sí aportan a la sociedad y al diario vivir de sus usuarios? Si bien estos dispositivos presentan gran variedad de ventajas, también cuentan con desventajas como el sentimiento de invasión de privacidad y disconformidad con el paso del tiempo. Por ejemplo, en usuarios con ritmos cardiacos acelerados, el estar pendientes constantemente de su ritmo cardiaco les puede generar ansiedad, estrés e inclusive aumentar su ritmo cardiaco. Lo mismo podría suceder con pacientes diabéticos estando al tanto de los niveles de glucosa. Además, existen muchos pacientes con padecimientos crónicos con esta tecnología como parte de su diario vivir recolectando información sobre su cuerpo. Si bien esto puede ser muy ventajoso para sus médicos, esta información en manos de usuarios sin conocimiento médico previo puede generar confusión y ansiedad. Aún más preocupante, esto puede generar un margen de error más grande a la hora de realizar diagnósticos médicos. Finalmente, se puede concluir que los wearables cuentan con tanto ventajas como desventajas, el factor clave para el funcionamiento óptico de estos dispositivos es la personalidad del usuario.