Las mujeres han venido consolidando su rol como piedras angulares de la sociedad, dejando atrás, no sin muchos costes, el sistema patriarcal que reservaba a los hombres los puestos de mayor relevancia.

El liderazgo femenino, además, se caracteriza por su sentido participativo y colaborativo. Estos atributos son muy relevantes en el complicado momento que está viviendo América Latina y el mundo.

Hace pocos días, Transparencia Internacional presentó su Índice de Percepción de la Corrupción (IPC) 2023, el cual refleja que, al igual que el promedio global del IPC desde hace 12 años, las Américas están estancadas por quinto año consecutivo en un deficiente promedio de 43 puntos sobre 100, siendo 100 la ausencia total de corrupción.

Uruguay, Chile, República Dominicana y Costa Rica siguen siendo los mejores casos, pero a nadie escapa la realidad que la región vive un momento muy convulso por el ascenso del populismo de uno que otro signo ideológico, que cuestiona los contrapesos y controles.

Líderes populistas gobiernan cada vez más países de América Latina y, curiosamente, todos ellos son hombres. Pero desde la sociedad civil se sigue dando un impulso cada vez más fuerte al control ciudadano, a la colaboración y la participación, a la transparencia y la rendición de cuentas, a la justicia social y la defensa de los derechos humanos.

Esta manera de hacer una sociedad mejor, tiene en cambio una cara mucho más femenina. Aunque es cierto que también muchos hombres, como el que les escribe, creemos y defendemos estas ideas, hay que reconocer el impulso y liderazgo en esta área de las mujeres latinoamericanas, valientes y fervientes creyentes en la democracia.

En junio de este año, entre los días 26 al 28, va a tener lugar en Costa Rica un magno evento: el I Congreso Internacional de Estado Abierto y Gobernanza, un espacio ideal para hablar de estos temas con las mujeres y los hombres de la región, comprometidos con la democracia y los derechos humanos, con la integridad y la sostenibilidad de nuestras sociedades.

Este evento tendrá como sede la Universidad Nacional de Costa Rica (UNA) y estará organizado, además, por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) y por la Red Académica de Gobierno Abierto Internacional (RAGA Internacional). Para cerrar con broche de oro este evento, el viernes 28 por la mañana se celebrará la VII Cátedra Guillermo O´Donnell, que tendrá como experta elegida en esta edición a Anabel Cruz, directora del Instituto de Comunicación y Desarrollo (ICD) de Uruguay, coordinadora de la Iniciativa Regional Rendir Cuentas y co-presidenta por la sociedad civil de la Alianza para el Gobierno Abierto (OGP).

Anabel es un ejemplo ideal de este liderazgo colaborativo que muchas mujeres están abanderando en la región, ya que lleva más de 30 años luchando por mejorar las democracias latinoamericanas, impulsando la rendición de cuentas y la integridad. Será una gran continuadora de esta senda de reconocidos por la Cátedra Guillermo O’Donnell, que dirige y abandera otra gran mujer, la que fuera su esposa, Gabriela Ippolito-O’Donnell, gran académica y amiga.

La invitación a inscribirse y asistir al Congreso, y a la Cátedra O’Donnell, está abierta en este enlace para debatir y avanzar en estos interesantes temas, al lado de estas y otras grandes personalidades junto a las que tengo el orgullo de organizar este I Congreso Internacional en Estado Abierto y Gobernanza.

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