En una de mis últimas conversaciones con mi tata, antes de morir, él me dijo que estaba convencido que “todo tiempo pasado fue mejor”. En este artículo veremos lo bueno, lo malo y lo feo de las últimas cuatro décadas en la historia de Costa Rica. Por ejemplo, la agencia nacional de atracción de inversiones extranjeras (CINDE) cumplió 40 años y también estuvo de cumpleaños la crisis de la deuda de 1982.
Lo bueno
Después de la crisis de la deuda de 1982 el país estuvo mejor preparado para choques externos. Con tasas de inflación más bajas, deuda menor y sostenibles en el tiempo, y con un producto interno bruto (PIB) per cápita que pasó de un poco más de mil dólares en 1982 a más de 12.000 dólares en el 2022. La apertura al comercio internacional y la atracción de inversión extranjera directa hicieron la diferencia. En gran medida las inversiones de empresas extranjeras hechas en el país posteriores a 1997 se deben, al menos en parte, a que Intel 1.0 (A&T) dio el primer paso. La llegada de esta gran empresa de tecnología de información ayudó al país a forjarse una reputación a nivel mundial como un lugar para invertir. El efecto demostración ha funcionado. Las empresas extranjeras enfrentan mayor incertidumbre que las empresas locales en el país anfitrión y por ello tienen incentivos más fuertes para seguir a otros inversores por la señal que envían con respecto a la confiabilidad de la ubicación del país anfitrión (Krugman, 1997).
Hasta la fecha de hoy CINDE ha atraído cerca de 450 empresas nuevas extranjeras al país. Ellas han creado más de 200.000 empleos directos formales y bien remunerados (45% de participación femenina, 7 puntos porcentuales superior a la media nacional) y cerca de 70.000 empleos indirectos lo que en total representan el 13% de la fuerza laboral empleada de Costa Rica.
El profesor de la UCR, Edgar Robles (2021), concluyó que el cambio de modelo de crecimiento económico, primero al de promoción de exportaciones y luego al de atracción de inversión extranjera directa, ha sido positivo en términos de generación de crecimiento de la productividad, la cual muestra una clara tendencia positiva. Esta tendencia solo se ha visto interrumpida por la crisis internacional del 2009. El cambio observado en la productividad, se puede relacionar con una serie de eventos distintivos en la historia reciente del nuevo modelo de desarrollo: la primera exportación de Intel en 1998, el aumento de la cantidad de empresas extranjeras atraídas por efecto demostración, la robustez de la red de Tratados de Libre Comercio (creación de comercio), la sofisticación de procesos en las empresas de servicios basados en el conocimiento a partir de 2004 con la llegada de las empresas globales como HP e IBM al país y la consolidación y crecimiento del sector de manufactura de dispositivos médicos a partir de 2010, con empresas como Abbott Vascular y Edwards Lifesciences.
Ivankovich y Martínez (2020) observan que varias publicaciones académicas muestran que la productividad en Costa Rica se ha incrementado a partir del cambio de modelo de crecimiento económico y especialmente en la última década, coincidiendo con los resultados presentados por Robles (2021).
Lo malo
La productividad laboral es un importante indicador económico que está estrechamente relacionado con el crecimiento económico, la competitividad y el nivel de vida de una economía. La productividad laboral representa el volumen total de producción (medido en términos de PIB) producido por unidad de trabajo (medido en términos de número de personas empleadas u horas trabajadas) durante un periodo de referencia temporal determinado. El indicador permite a los usuarios de los datos evaluar los niveles y las tasas de crecimiento de la relación entre el PIB y la mano de obra a lo largo del tiempo, proporcionando así información general sobre la eficiencia y la calidad del capital humano en el proceso de producción para un contexto económico y social determinado, incluidos otros insumos complementarios e innovaciones utilizados en la producción.
OCDE (2020) publica que las empresas no exportadoras de Costa Rica están muy rezagadas en términos de productividad laboral comparada con la productividad laboral de las empresas que operan en el régimen de Zona Franca. Las empresas de Zona Franca son más productivas porque deben competir con la economía global para vender sus productos y servicios.
El reporte de la OCDE (2020) también dice que hay poca competencia en el sector no exportador. El mercado interno no tiene muchos actores para competir. Además, hay pocos incentivos para mejorar la productividad. Pocas empresas dominan el mercado local. Se debe procurar, mediante políticas públicas, la mayor competencia en el mercado interno de Costa Rica.
Lo feo
Sin lugar a duda lo más nefasto de estos 40 años es el incremento descontrolado de la inseguridad ciudadana, la no reducción de la pobreza y la desigualdad medida por el coeficiente de Gini. En el año 1982 solo había 3,4 homicidios por cada 100 mil habitantes. En el 2023 el OIJ estima que llegaremos a 17,1 homicidios por 100.000 habitantes. Esta cifra es la más alta, no solo de los último 40 años, sino de toda la historia de Costa Rica. Los personeros del poder Ejecutivo del país solo salen a declarar los que ellos creen son las causas de esta ola de violencia: el narcotráfico. Sin embargo, ninguno de estos personeros confiesa en sus declaraciones que han hecho un pésimo trabajo previniendo el delito.
En Costa Rica, según un análisis del Colegio de Ciencias Económicas de Costa Rica, la pobreza y la escasez de oportunidades de empleo han sido factores determinantes en los cantones del país que sufrieron un incremento sostenido en la tasa de homicidios de la última década. Para la UNA, las personas que se insertan en esta dinámica del tráfico de drogas no son las más pobres del país, sino las provenientes de las condiciones más desiguales en el acceso a la educación y al trabajo. La solución de largo plazo de nuestra crisis de seguridad no pasa por llenar de policías las calles de Costa Rica, sino en mejorar sustancialmente la creación de oportunidades de educación de calidad y de trabajo para la población más vulnerable del país.
Mi tata, que nació en 1937 en Italia, no tuvo razón con sus dichos al menos para la historia reciente de Costa Rica.
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