Por Kenneth Cubillo Vargas - Estudiante de la carrera de Psicología

¿Cuántas veces nos hemos quedado callados con tal de no “generar más problemas” en nuestro lugar de trabajo? Sin duda alguna esta práctica es muy común en nuestra vida diaria, pero ¿es lo más adecuado? Esta es una pregunta que, me atrevería a decir, no tiene una respuesta fácil, pero se podría asegurar que el ignorar actitudes negativas y aspectos en los que no estamos de acuerdo no es lo más acertado. Enfocándonos en el entorno laboral, muchas veces vemos cosas con las que no estamos de acuerdo, donde jefes o líderes de la organización no intervienen ante eventos inaceptables y en donde se toman decisiones que no compartimos, pero no se tiene el valor para alzar la voz y hacer saber el desacuerdo. Para lograr esto no es necesario pelear, sino conocer cuál es la mejor forma de comunicarlo.

Como seres sociales, la comunicación es parte fundamental de nuestro diario vivir. Existen distintos estilos de comunicación que se pueden poner en práctica, estos son el estilo pasivo, el agresivo y el asertivo (Lesmes, Barrientos y Cordero, 2020). Cuando se decide ignorar las actitudes negativas que nos disgustan, se pone en práctica un estilo pasivo en donde no se verbaliza lo que se piensa o quiere, donde no se da una realimentación de lo que consideramos puede cambiar o mejorar y en donde las expresiones -si es que las hay- son no conversacionales. El proceso de comunicar lo que pensamos es toda una habilidad y más aún en las organizaciones, donde el tema de hacer saber nuestros desacuerdos es fundamental, ya que la comunicación es de suma importancia desde una vista estratégica para alcanzar las metas y objetivos planteados (Lesmes, Barrientos y Codero, 2020). Pero una comunicación, para que sea adecuada y logre expresar nuestras disconformidades, debe ser asertiva.

El hacer saber nuestros desacuerdos en las organizaciones puede ser considerado como parte fundamental para lograr objetivos estipulados y alcanzar un mejor desempeño empresarial si lo aprovecha de esta manera un buen líder. Esto puede ser llevado a cabo a través de la asertividad, esta es una capacidad y habilidad que permite resolver los conflictos y roces expresando nuestros sentimientos y pensamientos pero sin afectar al otro (Lesmes, Barrientos y Codero, 2020). Muchos de los problemas de crecimiento, productividad, eficacia y eficiencia de una empresa se deben a la incapacidad de hablar, comunicar e interactuar con los otros y de no hacer saber lo que pensamos. En el momento en que se deja de ignorar lo que nos afecta en el entorno y decidimos hablar, se logra una mirada distinta y se transforma nuestro desempeño haciéndonos más efectivos y hasta más productivos.

El ignorar algo que nos desagrade va a generar una inconformidad y más bien se seguirá alimentando el sentimiento hasta el momento en que pueda “explotar” y generar mayores conflictos en la organización. El hacer ver en nuestras organizaciones nuestras disconformidades genera una “relación comunicativa a un espacio de negociación común” (Romero y Castillo, 2019, p. 41). La comunicación produce que, dentro del equipo de las organizaciones, se eviten confrontaciones generadas por la disonancia cognitiva y que se establezcan estrategias para poder obtener un resultado de ganar-ganar (Romero y Castillo, 2019).

Sin duda alguna, el ignorar las actitudes negativas o cualquier aspecto con el que no estemos de acuerdo trae más perjuicios que beneficios en el ámbito que sea y, concretamente en este caso analizado, para el cumplimiento de los objetivos y metas de nuestras organizaciones. Siempre es preferible hacer saber nuestros desacuerdos de una forma asertiva, el hacerlo colabora a generar una mayor seguridad en nosotros mismos, genera una mayor eficacia y eficiencia en el desempeño y funciona como estrategia que tiene como resultado un ganar-ganar para las partes.

 

MOXIE es el Canal de ULACIT (www.ulacit.ac.cr), producido por y para los estudiantes universitarios, en alianza con el medio periodístico independiente Delfino.cr, con el propósito de brindarles un espacio para generar y difundir sus ideas.  Se llama Moxie - que en inglés urbano significa tener la capacidad de enfrentar las dificultades con inteligencia, audacia y valentía - en honor a nuestros alumnos, cuyo “moxie” los caracteriza.

Referencias bibliográficas:
  • Lesmes, A., Barrientos, E. y Cordero, M. (2020). Comunicación asertiva ¿estrategia de competitividad empresarial? Revista de investigación, administración e ingeniería. Colombia.
  • Romero, L. y Castillo, B. (2019). Comunicación para la motivación. Claves de la asertividad y del trabajo en equipo en las organizaciones. Universidad de Huelva. España