"Y ahora el dolor es mío me pertenece y lo, llevo como una bandera al viento, contra la vergüenza del silencio"
– Idea Vilariño – Poeta Uruguaya.
No podría escribir, sino de la mujer y la comunicación en esta columna, en esta fecha tan importante. La frase anterior, es una muestra de la lucha feminista que ha tenido lugar en la literatura latinoamericana, en la que las mujeres hemos utilizado la palabra y la comunicación como herramientas para rebelarnos, contra la opresión y el silencio al que hemos sido sometidas históricamente. Si, todas, de una manera u otra.
¿Cómo la sociedad ve y percibe la comunicación de la mujer? Hagamos un corto recorrido.
A través de la comunicación, hombres y mujeres, podemos expresar nuestras ideas, emociones y opiniones. Sin embargo, la forma en que la sociedad ve y percibe la comunicación de la mujer está condicionada por estereotipos de género, la llamada "doble moral" de la comunicación y el patriarcado, que sin duda nos acompañan en toda clase de actividades y momentos de la vida. Faltarán años más de lucha para que eso se termine, sin embargo, debemos señalar y no cansarnos de hacerlo, para lograr avanzar.
¿Estereotipos de género en la comunicación, se lo han preguntado?
La sociedad ha creado estereotipos de género sobre cómo deben comportarse los hombres y las mujeres, en el caso de la comunicación, se espera que las mujeres sean más emotivas, empáticas y cuidadosas en su lenguaje, mientras que los hombres pueden ser más directos, seguros y asertivos…y no se ve mal. Estos estereotipos pueden limitar la forma en que las mujeres se comunican y ser percibidas por la sociedad. Lo he vivido en carne propia y estoy segura, que muchas lectoras se identificarán conmigo, cuando alguien les describa como “poco elegantes” por la forma de refutar o reclamar un derecho, porque se espera que lo hagamos con palabras que huelan a rosas.
Y, por ejemplo, si una mujer utiliza un tono emocional al hablar, es etiquetada como "histérica" o "exagerada", mientras que si un hombre lo hace, se le considera "apasionado" o "enérgico". Esto puede llevar a que las mujeres se sientan inseguras y menos dispuestas a comunicar sus ideas y opiniones. Y continuar en silencio.
La "doble moral" de la comunicación
Otro factor que afecta la percepción de la comunicación de la mujer es la llamada "doble moral" de la comunicación. Esta consiste en juzgar de manera diferente la comunicación de los hombres y las mujeres. Por ejemplo, se espera que las mujeres sean más cuidadosas en su lenguaje y más conciliadoras, mientras que los hombres pueden permitirse ser más agresivos y directos, los improperios y las palabrotas pueden ser usadas sólo por ellos y sobre todo en el ámbito profesional. Las mujeres, aún tenemos que cuidar los modales porque es lo que se espera.
Esta "doble moral" que juzga a la mujer si utiliza un lenguaje más directo o agresivo, porque se le considerada "grosera" o "mandona" o una “perra”, mientras que si un hombre lo hace, se le considera "decidido" o "firme" y hasta un “líder”.
Y ni que hablar del impacto del patriarcado en la comunicación de la mujer. En una sociedad patriarcal como la nuestra, se espera que las mujeres sean más sumisas y que cedan la palabra a los hombres en situaciones de poder. Esto puede llevar a que las mujeres se sientan menos dispuestas a comunicar sus ideas y opiniones, especialmente en situaciones en las que se sienten inferiores o en desventaja, como en la familia, la pareja, el trabajo, los gremios profesionales, etc.
Y termino, con Beatriz Sarlo, escritora y ensayista argentina, que atinadamente nos dice:
La comunicación es una zona crítica donde se ejerce el poder y se construyen identidades, y la intervención de las mujeres es imprescindible en esa zona de influencia".
Calladita, nunca más. Y sí, también soy bonita.
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