Para triunfar hay que saber fracasar, uno de los más grandes temores de los emprendedores es fallar en el camino, pero fracasar es una oportunidad de oro para reinventarnos, para mejorar y aprender más del fascinante mundo de emprender, uno de mis consejos es fracasar temprano, no se pierde tiempo, recursos y permite hacer cambios. Saber perder es un arte que practica todo triunfador cuando asume los fracasos como aprendizajes.

Emprender en las crisis es una oportunidad para saber fracasar, un arte para el cual nunca nos educan y que todos necesitamos aprender. Es un arte que pide humildad, perseverancia, sentido crítico, flexibilidad y compromiso. Nadie va por la vida de cumbre en cumbre y todo ganador es también un buen perdedor. El arte de fracasar es importante en tiempos de crisis y nos ayuda a aprovecharlas para crecer y mejorar. La misión de los líderes consiste en mantener viva la esperanza, compartir una visión, irradiar entusiasmo y lograr que la confianza de un grupo no se pierda cuando todos los indicadores son negativos.

Entonces: errar es normal, equivocarse no es perder y hay que aprender de los mal llamados fracasos, los emprendedores se conocen en las dificultades y todos estamos llamados a ejercer algún tipo de liderazgo y a convertir las dificultades en oportunidades y los obstáculos en retos. Saber fracasar es buscar soluciones en lugar de llorar por los problemas, es insistir hasta lograr lo que se busca, es soñar con realismo, es trabajar con paciencia y es dejarse mover siempre por la esperanza.

¿Conoces el secreto de los triunfadores? Han llegado al éxito de fracaso en fracaso. Todo en la vida es según la ley de ensayo y error, y el sabio aprende algo valioso de sus fallas o derrotas. El fracaso solo existe cuando te das por vencido, fracaso es cuando te rindes y no aprendes nada.

Todo ganador ha sido un buen perdedor y volverá a serlo porque la vida no es una suma de puros éxitos. Los pintores impresionistas fueron criticados y rechazados, pero creían en lo que hacían y se impusieron. A grandes intérpretes como Celia Cruz o Madonna, les cerraron las puertas al inicio, pero su fe era más grande que sus dudas. Por lo mismo, cree en Dios y en ti, da lo mejor y, si caes diez veces, levántate once, según dice un proverbio japonés. Creer, dar lo mejor, perseverar, asociarte e innovar son cinco claves para lograr lo que te propones.

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