La semana pasada estuve escuchando el podcast del Informe Estado de la Nación titulado ¿Está comprometido el contrato social en Costa Rica? En esa ocasión con la participación de Leonardo Merino Trejos. Creo fundamental destacar parte de su intervención, muy atinadamente señaló que Costa Rica está empezando a recorrer el camino para salir de las afectaciones que causó la pandemia del 2020. Desde ese año, el aumento de precios que empezó a ver la canasta básica alimentaria, los insumos agrícolas y en general la inflación se han fortalecido a raíz de los conflictos internacionales.

Como si fuera poco, como país parece que seguimos con la tendencia de quedarnos atrás en cuanto a la modernización y adaptación al cambio climático de nuestros sectores productivos.  Recientemente, la Unión Europea selló un acuerdo para prohibir la importación de productos que hayan contribuido a la deforestación. Dentro de los productos afectados se pueden destacar la madera, el cacao, aceite de palma y el café. Esto aplicará para tierras deforestadas después de diciembre del 2020 y para lograr esta política las empresas deberán probar la trazabilidad por medio de datos de geolocalización y fotos satelitales.

Costa Rica exporta diversidad de productos a la Unión Europea, dentro de los cuales vamos a destacar para este ejercicio el Aceite de Palma y la Piña. Según el Portal Estadístico de Comercio Exterior de Procomer, para el año 2021 exportó a la Unión Europea más de 803 000 toneladas de piña, esto apartando las exportaciones de piña orgánica, en conserva, preparadas o secas, las cuales también suman una importante cantidad de toneladas comercializadas. Para el mismo año, en lo que respecta a Aceite de Palma se exportaron 59 000 toneladas.

Aquí es donde viene el punto de mayor importancia para el país, ¿Cómo están estos productos en cuanto a su relación con la deforestación? El Sistema de Monitoreo del Cambio de Uso y Cobertura de la Tierra en Paisajes Productivos, permite acceder a datos de geolocalización de estos cultivos.  Según este Sistema, la Pérdida de Cobertura Arbórea es la variación entre 2 períodos en áreas arboladas debido al surgimiento de nuevas áreas de cultivo.

Los datos más recientes analizados por esta organización muestran que los cantones con mayor cobertura de cultivo de Palma Aceitera son Corredores, Golfito, Osa y Quepos. Según los datos analizados, la palma no generó pérdida ni ganancia de cobertura arbórea, si bien es cierto creció su área de siembra entre el 2018 y 2019, esto se dio mediante el cambio de uso de tierra de otros cultivos o de áreas no detectadas en el 2018.

Figura 1. Distribución del cultivo de Palma Aceitera en Costa Rica, 2019.

Fuente: Sistema de Monitoreo del Cambio de Uso y Cobertura de la Tierra en Paisajes Productivos (MOCUPP).

Por otro lado, el escenario en piña es muy distante. Los cantones con mayor cobertura son San Carlos, Los Chiles y Buenos Aires, donde la pérdida arbórea para el mismo periodo comprendido fue de casi 89 hectáreas. Esto sin mencionar el dato perturbador del año 2016-2017 donde casi 680 hectáreas fueron deforestadas.

Figura 2. Cobertura de piña en Costa Rica, según el análisis realizado por el Proyecto de Paisajes Productivos, 2019.

Fuente: Sistema de Monitoreo del Cambio de Uso y Cobertura de la Tierra en Paisajes Productivos (MOCUPP).

Esta es una medida histórica que obliga a los países productores a cambiar sus prácticas. Si Costa Rica no quiere quedarse atrás, deberá empezar a respetar y ser consecuente con los modelos productivos sostenibles, migrar a la agricultura orgánica y al manejo integrado de cultivos. Así como pasar por cumplir con sus banderas de descarbonización, movilidad eléctrica y conservación de recursos naturales sin dejar de lado la productividad.

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