La agencia calificadora Fitch Ratings mejoró de "negativa" a "estable" la perspectiva crediticia de Costa Rica y reafirmó su calificación de "B".

Según un comunicado divulgado este viernes por Fitch, la mejora refleja el resultado "significativamente mejor a lo esperado" en la posición fiscal y la actividad económica del país, luego del shock relacionado con la pandemia de 2020.

"Las expectativas han mejorado luego de un resultado sólido en 2021, respaldado por un sólido desempeño de los ingresos adherido a un tope de gastos, mientras que la reciente aprobación de la Reforma del Empleo Público respalda el cumplimiento del Servicio Ampliado del Fondo del FMI de tres años por USD 1800 millones aprobado en marzo de 2021", dice el comunicado.

Fitch dijo que espera que la mejor posición fiscal, los mejores costos de endeudamiento interno y la recuperación económica en curso serán suficientes para colocar la relación deuda/PIB en un camino gradual a la baja, y que esto continuará bajo la nueva administración liderada por el ganador de la segunda ronda que tendrá lugar en abril.

La agencia calificadora advirtió, sin embargo, que la fuerte subida del precio del petróleo plantea riesgos para el país dada su condición de importador de energía, ya que las reservas de divisas han ido disminuyendo en los últimos tres años.

Sobre la mejora en la posición fiscal del país, Fitch resaltó que el país cerró el 2021 con un déficit primario de 0.3% del PIB, un dato que es 3.1 puntos porcentuales más bajo que el del 2020 y muy por debajo de la meta de 1.7% pactada entre Costa Rica y el Fondo Monetario Internacional.

Los ingresos se beneficiaron de una sólida recuperación económica, rendimientos extraordinariamente superiores a los esperados de la reforma de 2018 que no esperamos que se repitan en el futuro.

Fitch espera que el gobierno alcance un superávit primario en 2022 y que el déficit financiero cerrará en 4.5%, con tendencia a la reducción en los siguientes años, de continuar el cumplimiento de la regla fiscal.

El desempeño fiscal superior de 2021 significa un mejor punto de partida para cumplir con los objetivos fiscales del programa del FMI, pero no obvia las medidas de ingresos del programa pendientes de aprobación. La creciente oposición de los candidatos presidenciales a estas medidas plantea algunos riesgos para el programa SAF y podría conducir a la renegociación de las medidas de ajuste. La próxima revisión del programa SAF está programada para octubre de 2022.

La agencia calificadora prevé que la relación deuda/PIB se estabilice en 2022 y gradualmente se reduzca en los siguientes cinco años, pero que esa reducción podría acelerarse si se implementan las medidas de ingresos pactadas con el FMI.

Fitch también destacó que el acuerdo con el FMI redujo el costo del endeudamiento del gobierno con bajas de 280 puntos base a finales del 2021 respecto a lo visto durante el año y 580 puntos base más bajo respecto al pico registrado en abril de 2019.

La agencia también prevé una más rápida recuperación económica, del 3.7% en 2022 y 3.5% en 2023.

La calificación 'B' de Costa Rica refleja debilidades en las finanzas públicas y un estancamiento político que ha impedido la aprobación oportuna de las reformas que las abordan y ha limitado la capacidad de financiamiento externo del gobierno. Esto se ve contrarrestado por fortalezas estructurales en relación con la categoría 'B' con una gobernabilidad fuerte, mayor desarrollo económico e ingreso per cápita. Un modelo económico centrado en actividades manufactureras y de servicios de alto valor agregado ha respaldado la estabilidad macroeconómica.