Por María Paula Campos Cordero - Estudiante de la carrera de Ingeniería Biomédica

Los efectos del cambio climático sobre el ambiente se han convertido en todo un tema de interés en la actualidad; es muy común escuchar noticias sobre el aumento de la temperatura del planeta y el derretimiento de los glaciares. Pero ¿la sociedad tiene una verdadera noción sobre los efectos que estos cambios han causado en el ámbito de la salud humana? Según la Organización Panamericana de la Salud (2014), “el Cambio Climático es la mayor amenaza para la salud mundial del siglo XXI”, pues cuando el ambiente no es capaz de satisfacer las necesidades básicas de vida se presentan riesgos para el desarrollo humano y la calidad de vida, de modo que la salud se ve perjudicada.

El bienestar humano se puede ver afectado por medio de los impactos directos del clima, es decir, aquellos desastres naturales que afectan directamente a una localidad específica. Dentro de los ejemplos más comunes se encuentran las intensas olas de calor y sequías que se han hecho cada vez más frecuentes en las zonas áridas, las fuertes tormentas que han devastado regiones del Caribe, e incluso el aumento en el nivel del mar por aumentos en las temperaturas y derretimiento de casquetes polares. Por lo general, estas situaciones inesperadas conllevan la declaración de estados de emergencia, donde los gobiernos deben restringir o suspender algunos derechos esenciales para garantizar el orden civil o evitar que la situación se extienda y se provoque un caos incontrolable (Báez, 2021). De esta manera, las localidades afectadas entran en una etapa de supervivencia, inclusive debiendo establecer zonas para refugiar a los afectados, por lo que las condiciones de vida se ven sumamente deterioradas, y se incentiva la propagación de enfermedades.

Seguidamente, se encuentran los impactos indirectos del clima sobre la salud humana, es decir, aquellas epidemias de enfermedades que son generadas por la limitación de aire limpio, agua potable, alimentos y vivienda segura. Al encontrarse en condiciones deterioradas, las poblaciones se encuentran mucho más propensas a la transmisión de padecimientos y distribución de infecciones, por ejemplo, enfermedades respiratorias, gastrointestinales y desnutrición. Además, se debe recalcar que, por los cambios en el clima, se pueden prolongar las estaciones de propagación de enfermedades, principalmente aquellas que son transmitidas por vectores; además, es posible que alteren su distribución geográfica (OMS, 2018). Esta situación resulta realmente alarmante, pues las epidemias se desplazan a localidades donde la población no posee las defensas inmunológicas para combatirlas, ocasionando la pérdida de vidas.

Los efectos climáticos se evalúan dependiendo de la intensidad y magnitud con la que se presenten, pero se debe recalcar que hasta la mínima alteración en el entorno puede tener repercusiones graves sobre la salubridad de la sociedad. Sin embargo, los trastornos sobre la salud ocasionados el ambiente no se distribuyen uniformemente en el mundo, pues estos van a depender de diversos factores sociales, económicos y de desarrollo que determinarán el grado de vulnerabilidad de la población afectada (Veliz y Bianchetti, 2013). Por lo tanto, es necesario que tanto la Organización Mundial de la Salud como los distintos gobiernos alrededor del mundo cuenten con planes de acción, adaptados a sus necesidades, en caso de que se produzca una eventualidad. Además, es necesario incluir herramientas que permitan prevenir e incluso mitigar los efectos del clima en las localidades que estén más predispuestas.

Para finalizar, se debe afirmar que cambio climático es una creciente amenaza para la salud pública que, además, modifica la manera en que se debe considerar la protección de las poblaciones, principalmente las más vulnerables. La OMS ha dado a conocer que la mayoría de los países no poseen los medios para combatir las consecuencias provocadas en los últimos años (Redacción, 2019). También es de suma importancia que se tome en cuenta que estas alteraciones pueden ser mitigadas con la implementación de programas de desarrollo sostenible. Sin embargo, no se pueden eliminar completamente; por lo que toda la población mundial debe estar alerta y tomar las precauciones para enfrentarse a los constantes efectos del cambio climático.

 

MOXIE es el Canal de ULACIT (www.ulacit.ac.cr), producido por y para los estudiantes universitarios, en alianza con el medio periodístico independiente Delfino.cr, con el propósito de brindarles un espacio para generar y difundir sus ideas.  Se llama Moxie - que en inglés urbano significa tener la capacidad de enfrentar las dificultades con inteligencia, audacia y valentía - en honor a nuestros alumnos, cuyo “moxie” los caracteriza.

Referencias bibliográficas:
  • Báez, C. (2021). ¿Qué es un Estado de Emergencia? Carlos Felipe Law Firm. https://fc- abogados.com/es/que-es-un-estado-de-emergencia/
  • OMS. (2018, 1 de febrero). Cambio climático y salud. Organización Mundial de la Salud. https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/climate-change-and-health
  • Organización Panamericana de la Salud. (2014). Cambio Climático y Salud. Oficina Regional para las Américas de la Organización Mundial de la Salud. https://www.paho.org/es/temas/cambio-climatico-salud
  • Redacción. (2019, 3 de diciembre). El cambio climático afectará a la salud mundial, y los países no están preparados. National Geographic España. https://www.,nationalgeographic.com.es/ciencia/cambio- climatico-afectara-a-salud-mundial-y-paises-no-estan-preparaos_15011
  • Veliz, H. y Bianchetti, A. (2013, 22 de julio). Cambio climático y salud pública: acciones desde la institucionalidad en el escenario sociocultural actual. Revista Costarricense de Salud Pública, 22(2), 163-168. https://www.scielo.sa.cr/pdf/rcsp/v22n2/art12v22n2.pdf