La canciller alemana, Angela Merkel, ha anunciado este jueves una batería de nuevas restricciones para hacer frente al repunte de contagios de coronavirus que vive el país, entre las que ha destaca la prohibición de acceso a comercios y restaurantes, eventos culturales y actividades de ocio a aquellas personas que no estén vacunadas.

Merkel ha informado de las nuevas restricciones tras una reunión entre las autoridades estatales y las federales, donde se ha decidido que la conocida como norma 2G, que ya está en vigor en algunos estados, se aplique a nivel nacional.

Por otro lado, las autoridades también han decidido que las mascarillas serán obligatorias en todas las escuelas, mientras que las discotecas se cerrarán cuando la incidencia en siete días llegue a 350 casos por cada 100.000 habitantes, ha indicado la canciller, que se encuentra en funciones a la espera de que el nuevo gabinete tome posesión.

En este sentido, la mandataria ha indicado que la situación es "muy grave", por lo que se han adoptado las medidas necesarias para "acabar" con la cuarta ola. Para esto, también se restringirá el número de participantes en eventos deportivos, culturales y otros grandes eventos a un máximo del 30 o 50 por ciento del aforo.

En concreto, en espacios interiores podrá haber un máximo de 5.000 visitantes y en el exterior, un máximo de 15.000.

VACUNAS OBLIGATORIAS

Por otro lado, el ministro de Sanidad alemán, Jens Spahn, ha abogado por imponer un confinamiento para quienes no se hayan vacunado contra la COVID-19, una nueva iniciativa que, en cualquier caso, podría terminar aplicando el futuro Gobierno, con el socialdemócrata Olaf Scholz al frente.

Además, ha insistido en que los no vacunados "representan un riesgo para todo el sistema de salud". "Si miras a las unidades de cuidados intensivos, si miras la tendencia de contagios, es mucho mayor entre quienes no se han vacunado", ha señalado el ministro saliente en declaraciones a la cadena ZDF. Por este motivo, ha planteado que estas personas queden vetadas en "prácticamente todas las áreas".

Tras la reunión, Merkel se ha pronunciado a favor de la vacunación obligatoria contra la COVID-19 en el país, asegurando que votaría a favor de este requisito si todavía fuera miembro del Bundestag, el Parlamento alemán, cuando tuviera lugar la votación.

Su sucesor, Olaf Scholz, ya se ha mostrado a favor de este requisito, indicando que se sometería a votación general en el Parlamento.

Alemania ha reducido ligeramente los niveles de contagio en estos últimos días --la incidencia de positivos a siete días ronda los 440 por 100.000 habitantes--, pero el ministro da por hecho que al menos durante los próximos días seguirá habiendo más de 6.000 enfermos en unidades de cuidados intensivos.

El Instituto Robert Koch (RKI), que vigila la evolución de la pandemia, ha notificado este jueves 73.209 nuevos casos, lo que acerca a Alemania al umbral de los 6 millones de contagios registrados. Al menos 102.178 pacientes han fallecido, 388 más que el miércoles.