La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha otorgado un premio póstumo a Henrietta Lacks, una mujer negra estadounidense que murió de cáncer de cuello uterino el 4 de octubre de 1951 y que permitió grandes avances médicos gracias a la línea de cultivo celular inmortal.

Mientras recibía tratamiento, los investigadores tomaron biopsias del cuerpo de Lacks sin su conocimiento ni consentimiento. Sus células se convirtieron en la primera línea celular inmortal, y han permitido avances científicos incalculables, como la vacuna contra el virus del papiloma humano (VPH), la vacuna contra la polio, los medicamentos contra el VIH y los cánceres, y más recientemente, en estudios contra la COVID-19.

Sorprendentemente, la comunidad científica mundial ocultó en su día la raza de Henrietta Lacks y su verdadera historia, "un error histórico que el reconocimiento de hoy pretende subsanar", explica la OMS en un comunicado.

"Al rendir homenaje a Henrietta Lacks, la OMS reconoce la importancia de reconocer las injusticias científicas del pasado y de promover la equidad racial en la salud y la ciencia. También es una oportunidad para reconocer a las mujeres, en particular a las mujeres de color, que han hecho contribuciones increíbles, pero a menudo inadvertidas, a la ciencia médica", ha comentado el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus.

El premio fue recibido en la oficina de la OMS en Ginebra por Lawrence Lacks, el hijo de Henrietta Lacks, de 87 años. Es uno de los últimos familiares vivos que la conocieron personalmente. Lawrence Lacks estuvo acompañado por varios nietos, bisnietos y otros familiares de Henrietta.

"Estamos conmovidos al recibir este reconocimiento histórico de mi madre, Henrietta Lacks, que honra a quien fue una mujer extraordinaria y el impacto duradero de sus células HeLa. Las contribuciones de mi madre, antes ocultas, reciben ahora el justo reconocimiento por su impacto global. Mi madre fue una pionera en vida, devolviendo a su comunidad, ayudando a otros a vivir mejor y cuidando de los demás. En la muerte, sigue ayudando al mundo. Su legado sigue vivo en nosotros y le agradecemos que diga su nombre: Henrietta Lacks", ha señalado Lawrence Lacks.

LA NOTABLE CONTRIBUCIÓN DE HENRIETTA LACKS A LA MEDICINA

Siendo una joven madre, Henrietta Lacks y su marido estaban criando a cinco hijos cerca de Baltimore cuando cayó enferma. Acudió al Johns Hopkins tras sufrir una intensa hemorragia vaginal y se le diagnosticó un cáncer de cuello de útero. A pesar del tratamiento, su vida se truncó el 4 de octubre de 1951. Solo tenía 31 años.

Durante el tratamiento, los investigadores tomaron muestras de su tumor. Esa línea celular HeLa se convirtió en un avance científico: la primera línea inmortal de células humanas que se dividen indefinidamente en un laboratorio. Las células se produjeron en masa, con fines lucrativos, sin reconocer a su familia. Se han distribuido más de 50.000.000 de toneladas de células HeLa en todo el mundo, que han sido objeto de más de 75.000 estudios.

Además de la vacuna contra el VPH, las células HeLa permitieron desarrollar la vacuna contra la poliomielitis; medicamentos contra el VIH/sida, la hemofilia, la leucemia y la enfermedad de Parkinson; avances en materia de salud reproductiva, incluida la fecundación 'in vitro'; investigaciones sobre las afecciones cromosómicas, el cáncer, el mapeo de genes y la medicina de precisión; y se utilizan en estudios de respuesta a la pandemia de la COVID-19.

Tras la presentación del premio, la familia y la OMS se dirigirán a las orillas del lago de Ginebra para ver cómo el emblemático Jet d'Eau de la ciudad se ilumina de color verde azulado (el color de la concienciación sobre el cáncer de cuello de útero) en honor al legado de Henrietta Lacks y en agradecimiento al apoyo de la familia a la campaña mundial para eliminar la enfermedad. Es el primero de varios monumentos mundiales que se iluminarán de color verde azulado de aquí al 17 de noviembre, marcando el primer aniversario del lanzamiento de la campaña mundial de eliminación de este tumor.