Por Alonso Umaña Quesada - Estudiante de la carrera de Ingeniería Industrial

Algún día los vehículos eléctricos harán que los vehículos que funcionan con gasolina o diésel se queden en la cuneta para siempre. Pero ¿podría ocurrir más pronto que tarde? Pues sí, podría ocurrir antes de lo que piensas, según han concluido investigadores del Fondo Monetario Internacional y de la Universidad de Georgetown (Leahy, 2020). Basándose en la rapidez con la que desaparecieron las calesas a principios del siglo XX, estos expertos argumentan que el 90% de los vehículos de pasajeros en Estados Unidos, Canadá, Europa y otros países ricos podrían ser eléctricos para el 2040. Tras una serie de compromisos recientes para cambiar a vehículos eléctricos por parte de gobiernos y fabricantes de automóviles, el estudio ofrece la esperanza de que el sector del transporte se desvincule de una vez por todas de las emisiones de carbono.

De los más de mil millones de vehículos registrados en nuestras carreteras, solo dos millones son eléctricos (un millón de ellos en China). Pero si los vehículos eléctricos se ponen de moda tan rápidamente como proyectan los investigadores, podría reducirse el uso de petróleo en 21 millones de barriles al día y reducir las emisiones de C02 en 3.200 millones de toneladas al año, el equivalente al 60 por ciento de las emisiones totales de Estados Unidos en la actualidad. Los coches 100% eléctricos no emiten absolutamente ninguna emisión de gases contaminantes durante su funcionamiento, por lo que si nos preocupa realmente el medio ambiente, esta debería ser una ventaja muy a tener en cuenta, por otra parte al prescindir de un motor tradicional y un cambio de marchas tradicional con embrague, las averías de esta índole quedan reducidas a prácticamente ninguna, ya que hay muy pocos elementos en movimiento y expuestos al desgaste en un coche eléctrico.

El hecho de que se les considere el futuro de los automóviles es porque tienen a su favor varios puntos clave como el ser más silenciosos, ya que su motor no emite los sonidos provocados por un sistema de combustión interna; funciona con base en una energía renovable y, por lo tanto, sostenible; son más ligeros gracias a su estructura simple; ofrecen un manejo cómodo, pues no necesita embrague ni cambio de marchas; es eficiente pues además de la carga normal sus baterías recargan energía al frenar; son económicos tanto en comparación con la compra de gasolina, así como en el mantenimiento que puede llegar a necesitar; pero, sobre todo, contaminan menos. Más del 90% de la energía que consumen este tipo de vehículos se convierte en movimiento, lo que supone una eficiencia energética superior al térmico e incluso al híbrido.

Poca autonomía es quizás la mayor desventaja de este tipo de vehículos en comparación con los híbridos y los de motor de combustión. A pesar de que han mejorado bastante, la batería de los vehículos eléctricos solo permite recorrer un cierto número de kilómetros (de 150 a alrededor de 450 km, según el vehículo). Además, el coche necesita de ciertas horas de carga, por lo que no puede ser usado de inmediato como los vehículos de gasolina o diésel, generando así una desconfianza por parte de la clientela, si quien posee el vehículo son personas muy comprometidas que se la pasan ocupados todo el día. Por otra parte, la menor potencia en la conducción es lo que resulta menos atrayente de los coches eléctricos, especialmente para aquellos aficionados a la velocidad. Sin duda, un coche eléctrico no tiene la potencia ni el motor para alcanzar las revoluciones propias para conseguir la velocidad de un motor convencional.

Como premisa final, con los coches eléctricos se reducen de forma notable los costes de mantenimiento. Este tipo de vehículos incorporan hasta un 60% menos de piezas móviles, por lo que hay menor probabilidad de fallos mecánicos. Además, estos motores no usan correas de distribución, embragues u otras piezas que, cada cierto kilometraje elevado, hay que sustituir inexorablemente. Por esa razón, de cierta manera, sí es más benéfico el uso de estos carros eléctricos.

 

MOXIE es el Canal de ULACIT (www.ulacit.ac.cr), producido por y para los estudiantes universitarios, en alianza con el medio periodístico independiente Delfino.cr, con el propósito de brindarles un espacio para generar y difundir sus ideas.  Se llama Moxie - que en inglés urbano significa tener la capacidad de enfrentar las dificultades con inteligencia, audacia y valentía - en honor a nuestros alumnos, cuyo “moxie” los caracteriza.

Referencias bibliográficas:
  • Leahy, S. (2020, 5 noviembre). Un nuevo análisis sugiere que el motor de gasolina está condenado a la desaparición, como ocurrió con el coche de caballos hace un siglo. National Geographic. https://www.nationalgeographic.es/medio-ambiente/2017/09/el-90-por-ciento-de-los-vehiculos-del-mundo-podrian-ser-electricos-para-2040