Costa Rica presentó un proyecto de resolución en el Consejo de Ministros de Integración Económica de Centroamérica (Comieco), con el fin de afrontar el aumento del precio en el transporte marítimo de mercancías debido a la crisis de contenedores que afecta, prácticamente, a todo el mundo.
Según informó la Casa Presidencial en un comunicado de prensa, la resolución propuesta fue presentada para consideración de los países centroamericanos, ya que la normativa que rige la materia se encuentra establecida a nivel de tratados regionales.
El ministro de Comercio Exterior, Andrés Valenciano Yamuni, dijo que el proyecto de resolución se elaboró a partir de propuestas aportadas por sectores empresariales y su proceso de construcción fue coordinado con la Dirección General de Aduanas y el Ministerio de Hacienda, lo cual fue secundado por el jerarca de este último, Elian Villegas.
La iniciativa pretende que, para efectos de la base imponible, se pueda calcular el elemento relativo al costo de transporte marítimo de las mercancías importadas conforme con parámetros objetivos y razonables, por ejemplo, que se considere un valor de flete equivalente al que existía, en promedio, en la prepandemia.
Así, se evitaría que el costo de las mercancías sea inflado artificialmente por el factor coyuntural que afecta al transporte marítimo. Esto es parte de los esfuerzos para evitar más afectaciones al sector productivo -al cual se le reconocen sus necesidades- y a los consumidores.
¿Qué es la "crisis de los contenedores"?
La "crisis de los contenedores" es una de las mayores crisis del transporte marítimo de la historia, causada por una combinación de factores que ya genera escasez de productos e incremento de precios, dado que el 80% de los productos que consume la humanidad son transportados por esa vía.
Se le denomina así porque uno de los factores principales es la escasez de contenedores para transportar mercancías por la vía marítima de Asia a Occidente, subiendo los precios a casi el doble de lo habitual. Aunque esos contenedores existen, no están donde deberían.
Debido a las restricciones de la pandemia, los barcos con contenedores en puertos de América y Europa no han podido cargar los contenedores con nuevos productos para llevarlos de regreso a Asia, por lo que los contenedores están amontonados en los puertos.
El segundo factor es la temporada de tifones en Asia, que obligó a cerrar varios puertos marítimos en China; y el tercero, el cierre temporal de puertos en ese país asiático para controlar la pandemia de COVID-19.
La situación empeora porque los grandes importadores, que rechazan pagar precios más altos por el transporte internacional, están alquilando sus propios barcos para transportar su mercancía, lo que aumenta la cantidad de embarcaciones en tránsito y, por ende, el tiempo de espera para embarcar y desembarcar en los puertos de casi todo el mundo.
También se suman las restricciones impuestas en países que son grandes productores como China, India, Vietnam y Bangladesh para evitar nuevas olas de la COVID-19, causando desabastecimiento de productos en otros países.
El precio del transporte de mercancías por la vía marítima se ha disparado: en septiembre de 2020 transportar de China a Estados Unidos costaba unos $4000, pero ahora cuesta más de $20.000, mientras que hacerlo de China al Norte de Europa cuesta ahora siete veces más.