Por María Amalia Benavides Murillo - Estudiante de la carrera de Ingeniería Biomédica

Es el año 2021, un grado académico ya no te exhibe como la primera opción para un puesto laboral. Nuevos potenciales han sido priorizados por los empleadores al realizar contrataciones en los últimos años, cuya importancia inclusive se sobrepone a títulos acreditados al postulante. Se habla del auge de las habilidades blandas, así como de la nueva mentalidad planteada por estas y las transformaciones ocurridas en la sociedad.

Para nadie es un secreto que los intereses de la industria se han transformado, ahora las empresas buscan personal capaz de sobresalir en áreas sociales, dándole un giro a la monotonía comercial, donde las habilidades blandas son la mejor arma con el que se puede contar para no ser uno más del montón. “2,138 profesionales de recursos humanos encuestados, el 77% considera que las habilidades blandas en un candidato son tan importantes como las habilidades duras” (Solís, 2021, párr. 3). De ahí que apremia contar con aptitudes excepcionales que conviertan al individuo en una pieza difícil de remplazar en el entorno laboral.

Debido a esto, se encuentra que “para el desarrollo integral de una persona no basta solo con el conocimiento que pueda aprender, además de ello, es necesario un complemento de habilidades que le permitan comunicarse, tener autocontrol, confianza en sí mismo” (Marrero et al., 2018, párr. 1). Con base en esto, muchas personas han realizado un arduo esfuerzo por enfatizar en la mejora de ámbitos como los ya mencionados. Además, estas variaciones han influido en el diario vivir de la sociedad, convirtiendo lo que es desafío para muchos en un aspecto enriquecedor de mérito personal. Es decir, gran parte de la población utilizó los nuevos estándares a su favor, reconstruyendo y reforzando valores.

Como consecuencia, se transforma a la población en seres integrales con un valor humano agregado a sus características, con principios de formación y apoyo comunitarios, generando a su vez una conciencia grupal guiada por la resiliencia. Como afirma Albert Oriol-Bosch (2012) “el individuo resiliente cree que su actuación puede modificar la situación en que se encuentra, que el esfuerzo persistente merece la pena y que las situaciones peligrosas y los fracasos son inevitables y superables” (párr. 3). Con esto se crea una perspectiva donde rendirse no es una opción; donde no se encuentre la oportunidad deseada, se construye.

En conclusión, el ser humano se ha tenido que adaptar a ideales que no solían ser tratados como cruciales, pero que hoy se han convertido en parte de las principales demandas del mundo comercial. No obstante, se ha buscado generar un equilibrio tal que las habilidades blandas no solo sean aplicadas en el trabajo, sino también en la cotidianidad, transformando a las personas en seres resilientes que luchan día a día por convertirse en su mejor versión.

 

MOXIE es el Canal de ULACIT (www.ulacit.ac.cr), producido por y para los estudiantes universitarios, en alianza con el medio periodístico independiente Delfino.cr, con el propósito de brindarles un espacio para generar y difundir sus ideas.  Se llama Moxie - que en inglés urbano significa tener la capacidad de enfrentar las dificultades con inteligencia, audacia y valentía - en honor a nuestros alumnos, cuyo “moxie” los caracteriza.

Referencias bibliográficas:
• Marrero, O., Mohamed, R. y Xifra, J. (2018). Habilidades blandas: necesarias para la formación integral del estudiante universitario. http://3.14.189.95/index.php/ecociencia/article/view/144
• Oriol-Bosch, A. (2012). Resiliencia. http://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1575-18132012000200004
• Solís, J. (2021). Reclutamiento: ¿Qué habilidades blandas y duras debes buscar en tu candidato? https://blogs.evaluar.com/habilidades-blandas-y-duras-que-son-y-por-que-son-mportantes