Por Martha Amalia González Hidalgo – Estudiante de la carrera de Contaduría

Los equipos de trabajo y el trabajo en equipo representan una de las herramientas más poderosas con las que cuentan las organizaciones para lograr el cumplimiento de sus objetivos. La pandemia generada por el COVID–19 ha puesto a prueba a todas las organizaciones del mundo de maneras diferentes. El liderazgo, la comunicación y la capacidad de mantener fuertes los equipos de trabajo ha representado un gran reto y, en algunos casos, una obligación de ajuste en las prácticas organizacionales para asegurar el cumplimiento de las metas y objetivos, aun cuando la misma pandemia pueda haber cambiado dichos objetivos de manera abrupta. Según Deloitte (2020), las empresas se han visto obligadas a responder y acelerar sus planes de contingencia, pensando que las acciones y decisiones que se tomen hoy pueden cambiar drásticamente el curso del negocio. Es debido a lo anterior que toma alta importancia que se analice cómo el liderazgo y la comunicación se convierten en aliados cruciales para una buena gestión de equipos de trabajo.

Para efectos de este escrito, iniciaremos entendiendo que un equipo de trabajo es, según lo que expone Diaz (2010), “un conjunto de personas que poseen destrezas y conocimientos específicos, que se comprometen y colocan sus competencias en función del cumplimiento de una meta común". A esto suma Levi (2017) expresando que un equipo de trabajo es “un tipo especial de grupo en el que las personas trabajan de forma interdependiente para lograr una meta”. La interdependencia es una relación de dependencia recíproca, esto quiere decir, que en un equipo de trabajo lo que haga (o deje de hacer) la persona “A” afecta de forma directa a la persona “B” y viceversa.

Durante la pandemia se ha vivido una necesidad creciente de coordinar y trabajar en sintonía, ya que las medidas obligatorias de confinamiento y la práctica del teletrabajo tan acelerada han generado en las organizaciones una mayor exigencia de establecer espacios en donde se fortalezcan los equipos y se puedan mitigar los impactos que, de una forma u otra, ha generado el distanciamiento social.

Por otra parte, entendiendo que la comunicación es un fenómeno que se da naturalmente en las organizaciones y que, según Fernández (2009), es el proceso social más importante dentro de cualquier organización y representa el conjunto total de mensajes que se intercambian entre sus integrantes, es evidente que fomentar y desarrollar competencias de comunicación asertiva y persuasiva se convierte en una de las principales competencias necesarias para gestionar equipos de trabajo, porque se requiere cooperación, coordinación y convicción para desarrollar y alcanzar objetivos en conjunto.

Ahora bien, como toda estructura socialmente ordenada, las organizaciones cuentan con un equipo de líderes que representan al equipo de trabajo, clave para el alcance de los resultados. La organización tiene la responsabilidad de definir qué tipo de liderazgo espera que desarrollen sus directivos y evaluar cómo este afecta la cultura organizacional.

Existen diversos tipos de liderazgo, sin embargo, el liderazgo transformacional ha representado una de las mejores prácticas, ya que se asocia con una variedad de resultados positivos, tanto a nivel individual como organizacional. Este tipo de liderazgo funciona como una balanza que promueve el intercambio y eleva las ideas, lo que motiva a los miembro; además, promueve el empoderamiento, el cual se obtiene a través de un liderazgo participativo donde se comparte la toma de decisiones.

A partir de lo anteriormente expuesto, se puede concluir que la pandemia ha exigido cambios en la gestión de equipos de trabajo, pero, a su vez, he exaltado la importancia de estos en cuanto a la obtención de resultados. Siempre será responsabilidad de la organización facilitar y mantener canales y métodos para una comunicación asertiva que promueva las ideas y el trabajo colaborativo. Para lograr esto es absolutamente necesario que desarrollen un liderazgo que busque generar los cambios necesarios para lograr sostenibilidad a lo largo del tiempo en las organizaciones, que comprendan que los resultados se consiguen por medio de las personas, que se responsabilicen de desarrollar su ejercicio desde la autoridad y el respeto, y no desde el poder. La pandemia ha diversificado las formas de hacer y pensar las cosas, y las organizaciones deben responder con capacidad adaptativa, responsabilidad y compromiso; esto se logra con equipos de trabajo fortalecidos, motivados y bien administrados.

 

 

MOXIE es el Canal de ULACIT (www.ulacit.ac.cr), producido por y para los estudiantes universitarios, en alianza con el medio periodístico independiente Delfino.cr, con el propósito de brindarles un espacio para generar y difundir sus ideas.  Se llama Moxie - que en inglés urbano significa tener la capacidad de enfrentar las dificultades con inteligencia, audacia y valentía - en honor a nuestros alumnos, cuyo “moxie” los caracteriza.

 

 Referencias bibliográficas: