Por Jorge Alonso Víquez Mórux – Estudiante de la carrera de Derecho

La pandemia del COVID-19 ha cambiado nuestras vidas de forma dramática y ha obligado a millones de mujeres alrededor del mundo a tener que pasar confinadas dentro de sus hogares administrando su tiempo entre la modalidad del teletrabajo, la asistencia a los hijos, las labores de la casa, lo cual dificulta el manejo del trabajo remunerado y el resto de las obligaciones que tienen que emprender en el hogar (Baena, 2020). Por otra parte, el confinamiento causado por la pandemia ha conllevado un acrecentamiento de la disparidad de género ya existente no solo a nivel laboral y económico, sino también en todo lo referente a la distribución de las laborales domésticas entre hombres y mujeres (Herrera, 2020).

Según varias investigaciones realizadas por la Universidad de Columbia (Buchholz, 2020), donde se analizó la situación actual de la pandemia del COVID-19 en relación con otras pandemias anteriores, se llegó a la conclusión de que la violencia de género aumenta todavía más cuando existen emergencias globales, y sucede lo mismo con las desigualdades entre hombres y mujeres por el hecho de que generalmente cuando ocurren este tipo de sucesos extremos: siempre los roles de género y las normas imperantes relegan a las mujeres a las labores domésticas y, por el contrario, se les excluye cuando se fomentan respuestas a estas crisis. Asimismo, las medidas de salud pública tomadas a causa del COVID-19, como por ejemplo el confinamiento o el cierre de los centros educativos, hacen que aumenten todavía más el trabajo doméstico y el cuidado de familiares enfermos a cargo de las mujeres, de forma desproporcionada en relación con los hombres (Buchholz, 2020). Agregado a esto, muchas mujeres se ven con la obligación de cumplir con tareas profesionales y domésticas al mismo tiempo, a la vez que cuidan de los hijos u otros familiares, lo cual genera una sobrecarga muchas veces difícil de conllevar (Campbell y Mora, 2020).

Esto se ve reflejado en el Índice de Desarrollo Humano del PNUD (Baena, 2020), el cual afirma que más del 75% del tiempo las mujeres están realizando actividades relacionadas a labores de cuidado. Este mismo estudio explica que las mujeres trabajan más que los hombres porque se encargan de labores que están completamente invisibilizadas por ser actividades que no son remuneradas (Baena, 2020). La situación en Costa Rica no es la excepción: como lo revela una encuesta sobre usos del tiempo del Instituto Nacional de Estadística y Censo (INEC), las mujeres dedican aproximadamente 35,49 horas por semana de trabajo doméstico, mientras que los hombres dedican 13,42 horas, situación que ha venido en aumento con la pandemia. (Pomareda y Chacón, 2020).

Si bien es cierto los hombres tienen una gran cuota de responsabilidad por la sobrecarga de trabajo que reciben las mujeres en sus hogares, también es cierto que es necesario establecer una red de cuido que pase no solo por el núcleo familiar, sino también por la institucionalidad pública y por el sector empresarial privado, con el fin de que exista realmente una responsabilidad compartida en las labores de cuido para que no recaigan solamente sobre las mujeres (Pomareda y Chacón, 2020). Asimismo, las políticas públicas deben incluir en sus estrategias una perspectiva de género, donde se tome en consideración las diferentes variables que enfrentan las mujeres dentro de sus hogares y donde haya un verdadero principio de corresponsabilidad entre hombres y mujeres (Departamento de Comunicación Global, 2020).

 

MOXIE es el Canal de ULACIT (www.ulacit.ac.cr), producido por y para los estudiantes universitarios, en alianza con el medio periodístico independiente Delfino.cr, con el propósito de brindarles un espacio para generar y difundir sus ideas.  Se llama Moxie - que en inglés urbano significa tener la capacidad de enfrentar las dificultades con inteligencia, audacia y valentía - en honor a nuestros alumnos, cuyo “moxie” los caracteriza.

Referencias bibliográficas:
• Baena, M. (8 de mayo de 2020). La feminización de la crisis exige respuestas con perspectiva de género. Recuperado de http://www.efeminista.com/feminizacion-crisis-respuestas-perpectiva-genero/amp/
• Buchholz, Y. (22 de abril de 2020). COVID-19: Incremento de la violencia de género. Investigación y Ciencia. Recuperado de http://www.investigacionyciencia.es/noticias/covid-19-incremento-de-la-violencia-degnero-18549
• Campbell, E y Mora, P. (12 de marzo de 2020). La pandemia invisible: las mujeres en la crisis del COVID-19. Semanario Universidad. Recuperado de http://semariouniversidad.com/opinion/la-pandemia-invisible-las-mujeres-en-la-crisis-del-covid-19/
• Departamento de Comunicación Global (2020). Igualdad de género en tiempos del COVID 19. Naciones Unidas. Recuperado de http://www.un.org/es/coronavirus/articles/igualdad-genero-covid-19
• Herrera, M. (18 de abril de 2020). Mujeres, repercusiones del confinamiento a raíz del coronavirus y la violencia doméstica. Delfino. Recuperado de http://delfino.cr/2020/04/mujeres-repercuciones-del-confinamiento-a-raiz-del-coronavirus-y-violencia-domestica
• Pomareda, F y Chacón, M. (24 de marzo de 2020). Mujeres tienen una carga más pesada en la casa con el coronavirus. Semanario Universidad. Recuperado de http:// semanariouniversidad.com/pais/mujeres-tienen-una-carga-mas-pesada-en-la-casa-con-el-coronavirus