Por Ana Patricia Morera Salas - Estudiante de licenciatura en Psicología
El presente artículo hace referencia a la automedicación y la salud pública en Costa Rica, tomando en cuenta las consecuencias negativas que trae consigo la automedicación producto de la necesidad poblacional de salvaguardar su vida y la vida de sus seres queridos. En este caso, el estudio de los acontecimientos será meramente bibliográfico con la intención de recabar información referente al tema. Se tratara de explicar lo que significa para el país la salud pública, así como la automedicación, la importancia que tiene la educación en el uso y abuso de medicamentos, y las consecuencias adversas que trae consigo la automedicación.
Qué inquietante es escuchar que las personas se automedican sin pensar en su bienestar. Últimamente tengo una duda constante y es si será que con esto de la pandemia las cifras de automedicación se van a disparar aún más en el país, pues he observado en comentarios y he escuchado en conversaciones que las personas recomiendan ciertos medicamentos para prevenir en COVID-19. Es habitual escuchar en las noticias que los científicos están trabajando en una posible cura o tratamientos con medicamentos para el VIH, la malaria e incluso el ébola; sin embargo, estos posibles tratamientos aún están en estudios y ya es preocupante lo recurrente que se ha vuelto escuchar “tome X medicina, en las noticias dicen que es buena” y así varios comentarios que lo único que hacen es confundir a las personas, cuando lo único que nos piden las entidades de salud es distancia social, lavado y desinfección de manos, uso de cubrebocas y mascarillas para evitar la propagación del contagio.
En todos los casos anteriores nada tiene que ver el uso de medicamentos y, sin embargo, sigo escuchando y leyendo “recomendaciones”. Por eso me preocupa esta situación y me hace pensar que las cifras de automedicación en el país pueden aumentar de manera considerable.
El Sistema de Salud Costarricense es uno de los mejores no solo en Latinoamérica, sino también a nivel mundial, ya que desde 1941 el acceso a la salud ha sido prioridad para el gobierno y las entidades gubernamentales tratando de que sea universal y cada vez con mayor acceso para todos los habitantes del país. Además, proporciona una atención casi de primer mundo, y se goza de una esperanza de vida mayor que muchos países (OCDE, 2017). Uno de los problemas más relevantes que hay en el país con respecto a la salud pública es la automedicación y el mal uso de los medicamentos. Díaz-Caycedo, Payán-Madriñán y Pérez-Acosta (2014) definen la automedicación “como el acceso a medicamentos sin fórmula médica… consumir medicamentos utilizados previamente o que se encuentran en el botiquín casero” (p.18). Esto es un peligro para la sociedad costarricense por todas las consecuencias negativas que acarrea la automedicación.
La automedicación trae consecuencias adversas para la salud de las personas, dentro de las cuales se puede mencionar la falta de efectividad. Esto pasa porque se usa de manera indebida o cuando no es necesario su uso, también pueden generarse dependencia al fármaco, resistencia a los antibióticos, intoxicaciones y encubrimiento de síntomas (Carrera y Perelló, 2019), los cuales a corto o largo plazo pueden ser peor para los individuos.
Otro aspecto importante para tomar en cuenta a la hora de hablar de automedicación es la falta de confianza por parte de los usuarios del sector salud hacia las propias entidades médicas. La doctora Diana Alfaro (2016) explica que la confianza en los médicos, ya sean generales o farmacéuticos, se ve afectada porque las personas ya no confían en los doctores, lo cual es un conflicto para educar a las personas en cómo y cuándo se deben consumir los medicamentos. Sin embargo, como se explicó anteriormente, el mal uso de fármacos o el automedicarse trae consigo situaciones adversas que a largo plazo afectan aún más la salud de las personas. Otro aspecto importante a tomar en cuenta es la venta de productos farmacéuticos a la libre, ya que si bien es cierto el país cuenta con uno de los mejores servicios de salud, no existe una ley que prohíba o limite la venta de fármacos en las farmacias y establecimientos como supermercados o pulperías haciendo que el problema de la automedicación sea aún más difícil de combatir.
Sin duda alguna, la salud pública es importante para Costa Rica y con esto de la pandemia ha quedado demostrado más de una vez que el sistema de salud costarricense es uno de los mejores a nivel mundial; este no solo se preocupa por los costarricenses, sino por todos los habitantes del país y está preparado para trabajar en pro de la salud y de la comunidad. Sin embargo, es importante que como ciudadanos comprendamos las dificultades que pueden surgir producto de la automedicación. Es importante comprender y hacer entender a los más vulnerables que el mal uso y abuso de medicamentos solo trae consigo consecuencias negativas en la salud de los ciudadanos. Además, es importante que los médicos del país tengan mayor conciencia de los fármacos y su uso para que sean ellos y ellas quienes informen a sus pacientes sobre el uso adecuado de los medicamentos.