Cuando comencé a trabajar en este reportaje, me horrorizó descubrir que la gran mayoría de las noticias escritas sobre personas trans en Costa Rica se centraban en la tragedia. Eran historias que marginaban aún más a la comunidad trans al mostrar solo sus luchas y debilidades, en lugar de celebrar sus logros y fortalezas.

Ahora, todo esto no quiere decir que debamos negar la dura realidad de ser transgénero, sino que debe existir un balance en la manera en que contamos sus historias. Por eso mismo decidí mostrar a estas tres personas que dejan en evidencia su gran talento mediante el arte que crean. Son historias de la riqueza de la creatividad humana.

Debo dejar claro que este reportaje no cubre, ni pretende cubrir, todas las realidades de las personas trans. Entrevisté a tres personas que se identifican como “trans” o “no binarie” y que además son artistas. Quedan muchas historias más por ser contadas.

Explico lo que es el lenguaje inclusivo: descrito por las Naciones Unidas como “la manera de expresarse oralmente y por escrito sin discriminar a un sexo, género social o identidad de género en particular y sin perpetuar estereotipos de género”, es una forma de validar la existencia de las personas sin enfocarse en su género.

Uno de los obstáculos más grandes al emplear este tipo de lenguaje en español, es la manera en la que se supone que lo “masculino” (nosotros, todos, conocidos, etc.) encapsula a los demás géneros.

El masculino gramatical funciona en nuestra lengua (español), como en otras, como término inclusivo para aludir a colectivos mixtos, o en contextos genéricos o inespecíficos”.

Lo anterior lo dijo la Real Academia Española, una institución que ha rechazado varias veces la necesidad de un lenguaje inclusivo. Acerca del uso de la “e”, en el 2020 dijeron lo siguiente en Twitter:

El uso de la letra ‘e’ como supuesta marca de género inclusivo es ajeno a la morfología del español, además de innecesario, pues el masculino gramatical (’chicos’) ya cumple esa función como término no marcado de la oposición de género”.

Dado que el uso de la “e” como una forma de neutralizar el género puede resultar confuso, decidí escribir este reportaje empleando la “x” en su lugar para que se entienda cuando me refiero a la persona no binarie. Además, el público se ha familiarizado más con la “x”, al igual que el “@”.

En el 2019, el diccionario de inglés Merriam-Webster incluyó en la definición de “they” (“ellos” en inglés) que esta palabra también sirve como un pronombre neutro. Dice:

“Usado para referirse a una sola persona cuya identidad de género no es binaria.”

Entonces, ¿por qué no se termina de reconocer el lenguaje inclusivo en español?

No tengo una respuesta definitiva para esto. Lo que sí puedo afirmar es que queda bastante por recorrer en el uso de nuestro idioma.

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