Por Doriana Dos Santos De Palma – Estudiante de la carrera de Psicología

Es probable que al meditar sobre las enseñanzas de los antiguos filósofos más de uno arrugue la cara y piense que las reflexiones arcaicas y teorías absurdas que parten de sus escuelas de pensamiento no tienen valor ni vigencia en la actualidad, olvidándose por completo de que tanto antes como ahora, la forma en que los filósofos y nosotros evaluamos e integramos nuestras experiencias presentan la misma calidad humana. Así, aquello que en algún momento le funcionó a una comunidad para sobrevivir las condiciones más adversas de su periodo histórico puede aún servirnos para afrontar el desafío que la pandemia actual nos plantea en el nuestro. Me gustaría comentarles, entonces, cómo las escuelas filosóficas de Epicuro y Zenón tienen mucho que aportar en nuestra lucha moderna por alcanzar una vida feliz y tranquila.

Tanto epicúreos como estoicos consideraban que la clave para la plenitud es aprender a vivir en el presente; el ayer no es un espacio al cual podamos regresar y el mañana, por su parte, es una improbabilidad. Ahora estamos y en un segundo nos vamos, la muerte es una realidad innegable e imprevista, un estado de inexistencia, por lo que irónicamente el problema con esta tampoco existe y, por lo tanto, no debe preocuparnos (Beard, 2015; Pigliucci, 2015). Estas dos ramas de pensamiento filosófico también consideran que el examen crítico y no valorativo de la realidad es una condición esencial para la paz interior y, a su vez, ambas destacan que sería imposible alcanzar el propio bienestar si se ignoran las responsabilidades sociales y las consecuencias de nuestros actos sobre la vida de los otros, enseñanzas fundamentales que podemos rescatar en estos tiempos de pandemia.

El epicureísmo considera, además, que el autocuidado y el cultivo de redes de apoyo seguras son fundamentales para alcanzar y mantener un estado óptimo de bienestar, mientras que se mantienen bajo control las demandas de los deseos superfluos implantados por el materialismo mundano. Asimismo, la conciencia social y la austeridad son herramientas básicas que protegen nuestra paz interior y nos permiten velar por un bienestar superior frente a realidades turbulentas (Crespo, 2020; Lenis Castaño, 2016). Por su parte, el estoicismo hace hincapié en la importancia de comprometernos con una labor profunda de autoconocimiento, a través de la cual tomemos conciencia no solo de la percepción que tenemos sobre los eventos que nos acaecen, sino de las influencias que estas percepciones ejercen sobre nuestro bienestar (Stan, 2015). Por consiguiente, la autogestión emocional, así como el cultivo de emociones saludables son básicas para alcanzar un óptimo estado de salud y una vida significativa (Cavanna, 2019).

Los antiguos griegos consideraban que el ser humano no sufría por las cosas en sí mismas, sino por la percepción que tenía de estas, un concepto que sigue siendo válido para el ser humano moderno, principalmente por la desconexión que nos ha implicado el llevar estilos de vida acelerados, llenos de demandas y estímulos. Simplemente no nos damos suficiente tiempo para reflexionar sobre nosotros mismos, sobre nuestra realidad y la objetividad de aquello que nos acaece a diario. El epicureísmo y el estoicismo no hacen más que reiterarnos, igual que un buen terapeuta, que los medios para alcanzar un estado óptimo de salud y plenitud yacen en gran medida en nuestras propias manos. Somos más que suficientes para ser felices, solo debemos darnos el espacio para escuchar y satisfacer nuestras necesidades, cuidar de nuestras comunidades y poner nuestras habilidades de bienestar en práctica.

 

MOXIE es el Canal de ULACIT (www.ulacit.ac.cr), producido por y para los estudiantes universitarios, en alianza con el medio periodístico independiente Delfino.cr, con el propósito de brindarles un espacio para generar y difundir sus ideas.  Se llama Moxie - que en inglés urbano significa tener la capacidad de enfrentar las dificultades con inteligencia, audacia y valentía - en honor a nuestros alumnos, cuyo “moxie” los caracteriza.

Referencias bibliográficas:
  • Beard, K. (2015). To Avoid Pain or Die Trying: A Philosophical interpretation of Epicureanism. Pursuit: The Journal of Undergraduate Research at the University of Tennessee, 6(1), 1–7.
  • Cavanna, A. E. (2019). Stoic Philosophy and psychotherapy: implications for neuropsychiatric conditions. Dialogues on Philosophy, Mental and Neuro Science, 12(1), 10-24.
  • Crespo, H. (2020). An epicurean guide to living more pleasantly in times of coronavirus. Humanist, 80(3), 22–24.
  • Lenis Castaño, J. F. (2016). Ética del placer. Culpa y felicidad en Epicuro. Praxis Filosófica, 42, 157-177.
  • Pigliucci, M. (2015) Dying (every day) with dignity: lessons from stoicism. The Human Prospect, 5(1), 11-26.
  • Stan, E. (2015). Stoic Therapy: mode of successful application. Journal of Educational Sciences and Psychology, 5(67), 39-46.