Los partidos contrarios al primer ministro en funciones israelí, Benjamin Netanyahu, han logrado este lunes una importante victoria al arrebatarle el control de la Comisión de Organización de la Knesset o Parlamento israelí, gracias al apoyo de la Lista Árabe Unida.
Esta comisión tiene una importancia estratégica, ya que es la que gestiona el Legislativo hasta que se forme un nuevo gobierno. La propuesta del principal partido de la oposición, Yesh Atid, ha obtenido el respaldo de 60 de los 120 diputados de la Knesset, por 51 votos en contra.
El apoyo de la Lista Árabe Unida es el resultado de una reunión mantenida este mismo lunes entre el líder de Yesh Atid, Yair Lapid, y el líder de la coalición árabe, Mansur Abbas. El acuerdo incluye la cesión de un puesto en la Comisión de Finanzas del Parlamento, la presidencia de la Comisión para Combatir la Violencia en el sector árabe y una vicepresidencia de la Knesset.
"Estoy agradecido. La victoria en la votación sobre la Comisión de Organización es un nuevo paso en el camino hacia un gobierno de unidad para Israel", ha destacado Lapid en Twitter.
Este mismo domingo, Lapid planteaba la formación de un gobierno de unidad formado por "patriotas sionistas" para superar la actual crisis política y la imposibilidad de formar un gobierno de izquierda o derecha tras las recientes elecciones.
"Tenemos que formar un gobierno que nos una. No un gobierno de derecha ni de izquierda, sino un gobierno de unidad israelí", afirmó Lapid en rueda de prensa desde Tel Aviv.
En este gobierno liderado por Lapid habría tres partidos de derecha: Yamina, Nueva Esperanza y Yisrael Beiteinu; dos partidos centristas, Yesh Atid y Azul y Blanco, y dos partidos de izquierda, Meretz y Partido Laborista. "Así es como se entiende la unidad. Gentes distintas con opiniones distintas que deciden colaborar", argumentó.
Lapid lidera el denominado "bloque del cambio", que aglutina a partidos de izquierda, de centro y de derecha contrarios a Netanyahu, investigado por varios casos de corrupción. Entre los siete partidos suman 58 de los 120 escaños de la Knesset surgida de las elecciones del pasado 23 de marzo, por delante de los 52 con los que cuenta Netanyahu.