Por Juliana Barrera Martínez - Estudiante de la Escuela de Estudios Generales

La inteligencia artificial, o AI por sus siglas en inglés (artificial intelligence), puede llegar a sonar algo utópico o ajeno a nosotros como ciudadanos; sin embargo, la utilizamos diariamente. La manera más común en la que se presenta es en las aplicaciones y páginas web que visitamos en nuestros dispositivos electrónicos y como estas nos muestran de primera mano lo que queremos o necesitamos. AI es un área de las ciencias de la computación que está en constante crecimiento, por lo que es bastante novedosa. De forma que actualmente se ha implementado en la medicina y es un apoyo para los médicos mediante la recolección de información. AI permite recolectar información de manera masiva, mejor que los seres humanos, y ayudar a los profesionales a obtener conclusiones sobre esta, para así acelerar distintos procesos que “a pie” serían más costosos en tiempo y dinero.

La AI ha permitido acelerar el avance investigativo a cerca del SARS-COV-2 y controlar hasta cierto punto el brote del virus. A nivel investigativo, al inicio de la pandemia, permitió conocer síntomas como la pérdida del olfato y el gusto que no estaban en la lista inicial, mediante una computadora que al analizar distintos récords médicos notó que era un síntoma en común entre muchos pacientes. Por otra parte, ha ayudado a llegar a conclusiones como las del investigador AJ Venkatakrishnan, que mediante la recolección de información de 10 967 muestras del virus, notó una secuencia de ADN diferente (“RRARSVAS”) a la de otros de la familia de los coronavirus; lo extraño es que esta es muy similar a la de la proteína encargada de regular los niveles de sodio en nuestra sangre, por lo que se piensa que por este camino el virus ataca las personas con enfermedades cardiovasculares (Eunjung, 2020). Además, ha dado soporte a las investigaciones sobre la posible vacuna y distintos tratamientos; por esto hemos visto proyectos de vacunas relativamente avanzados y rápidos, en circunstancias diferentes esperaríamos años por la llegada de esta, y los niveles de mortalidad serían mucho más altos.

AI no solo ha ayudado a la investigación acerca del virus, sino que ha ayudado al esfuerzo por reducir los contagios y a mantener la calma de la población. Ha logrado, hasta cierto punto, llevar un control de los contagios mediante los registros de migración de las personas, la temperatura tomada en distintos lugares como el trabajo, las escuelas y centros de comercio, y dispositivos electrónicos como algunos relojes inteligentes. Permite el diagnóstico temprano de la enfermedad señalando los puntos a los que se les debe prestar más atención, haciendo más sencillo y rápido el proceso del profesional médico para realizar un diagnóstico. La pandemia ha generado pánico en la población, por lo que algunas líneas telefónicas de los centros médicos no dan abasto, de manera que se están utilizando los “chatbots” desarrollados con ayuda de AI (Ahuja, Pasam y Marques, 2020). Estos usos no se dan en todos los países; sin embargo, en los que se ha utilizado, ha dado respuestas positivas.

El propósito de AI es ser una herramienta y un soporte para los profesionales, en este caso del área médica. Las decisiones y conclusiones deben ser dadas por los médicos, ya que los algoritmos en los que se basa la inteligencia artificial son hechos por humanos e igual pueden fallar. Es un concepto que hay que tener bastante claro, ya que la inteligencia artificial no posee una perspectiva humana y carece de compasión y empatía, por lo que no podemos depender completamente en ella.

 

MOXIE es el Canal de ULACIT (www.ulacit.ac.cr), producido por y para los estudiantes universitarios, en alianza con el medio periodístico independiente Delfino.cr, con el propósito de brindarles un espacio para generar y difundir sus ideas.  Se llama Moxie - que en inglés urbano significa tener la capacidad de enfrentar las dificultades con inteligencia, audacia y valentía - en honor a nuestros alumnos, cuyo “moxie” los caracteriza.

Referencias bibliográficas:
  • Ahuja, A., Pasam, V. y Marques, O. (2020). Artificial intelligence and COVID-19: A multidisciplinary approach. Science Direct. https://doi.org/10.1016/j.imr.2020.100434
  • Eunjung, A. (2020). Artificial intelligence and covid-19: Can the machines save us? The Washington Post. https://www.washingtonpost.com/health/covid-19-artificial-
    intelligence/2020/10/30/7486db84-1485-11eb-bc10-40b25382f1be_story.html