Por Daniela Calvo Rojas - Estudiante de la carrera de Química Industrial
El título indica las primeras palabras de Verónica Bustamante Sandi una vez que la niña de 6 años de edad acaba de ser diagnosticada con leucemia, cáncer con invasión directa en la sangre. Y, en este caso, de tantas terapias que existen para tratar las diferentes etapas en las que se encuentra el cáncer, vamos a hablar de la más común. La quimioterapia es una técnica terapéutica que consiste en la administración de sustancias químicas para el tratamiento de distintas afecciones, siendo comúnmente asociada a la terapia contra el cáncer. La quimioterapia es un tratamiento altamente tóxico que puede generar dos resultados: erradicar la enfermedad o hacer que el padecimiento sea más resistente. Las células son unidades vivas encargadas de asegurar el correcto funcionamiento del organismo. Cuando hay un cáncer, estas grandes aliadas modifican su comportamiento y crecen de forma descontrolada hasta superar las células normales. Como consecuencia, el cuerpo inicia un paulatino proceso de deterioro y rápidamente se vuelve incapaz de funcionar de forma satisfactoria. (Universidad de Costa Rica, 2018).
Se preguntan dónde se originaron las primeras investigaciones y hallazgos de algún desesperado intento de encontrar un tratamiento que detuviera esta enfermedad que en muchos casos resulta terminal. Así fue como se dio origen a la primera quimioterapia antineoplásica eficaz. Se trató de la investigación minuciosa de los derivados del uso del gas mostaza como arma durante la Primera Guerra Mundial. Este fue responsable de 1 205 655 víctimas no fatales y de 91 198 muertes (Reminick, 2001). La toxicidad de este agente varía en función de la dosis (Frunzi, 2007).
Desde ese momento, siguieron haciendo investigaciones, pero la mayoría de tratamientos contra el cáncer avanzado habrían sido ineficaces. En esta ardua batalla entre los microbiólogos, los ingenieros químicos enfocados en investigación, los doctores y todas las carreras a fin, cada segundo, minuto o hora que nuestra fe nos impulsa a seguir esta continua investigación, una persona de cualquier edad está siendo diagnosticada en primera etapa, en fase terminal o hay una familia completa despidiéndose con la misma pregunta que me hago yo todos los días: ¿qué día el cáncer se enfrentara con su esperado final definitivo? Nos preocupa un virus como el coronavirus que está actualmente ingresando en muchos lugares del mundo, pero no vemos la gravedad de esta enfermedad como lo es el cáncer y la calma que traería a muchos seres humanos que lo padecen y sufren de dolores que no cesan ya sea en niños, adolescentes, adultos mayores.
La quimioterapia como lo explicamos anteriormente es una técnica terapéutica a través de sustancias químicas donde se administra una dosis intravenosa para atacar las células cancerígenas o los tumores malignos. El problema de este tratamiento como tal es que no reconoce cuáles son las células cancerígenas y cuáles son las sanas, entonces ataca sin selección alguna; los efectos secundarios se producen cuando la quimioterapia daña las células sanas. Los síntomas de este tratamiento son la fatiga constante, el sentirse cansado o exhausto casi todo el tiempo, dolor de cabeza, muscular o estomacal, daños en el sistema nervioso como ardor, entumecimiento o dolores punzantes, por lo general en las manos y pies. Los más comunes son las náuseas y vómitos, diarrea o por lo contrario estreñimiento.
Un tema que todos vemos lejano de tratar hasta que son nuestros abuelos, padres, hijos o cualquier familiar quien tiene que recibir este tratamiento con una fe incalculable de esperanza de salvarse de esta enfermedad. Cuando el cáncer es diagnosticado creemos que casi no le pasa a nadie que tuvimos como familia o conocidos mala suerte de que nos tocara, pero estamos equivocados. La Organización Mundial de la Salud (OMS) nos presenta datos estadísticos que indican que el cáncer es una de las primeras causas de muerte a nivel global; en el 2012 registró un aproximado de 8,2 millones de víctimas alrededor del planeta (Universidad de Costa Rica, 2018).
La quimioterapia es el uso de cualquier medicamento para tratar cualquier enfermedad. Sin embargo, para la mayoría de la gente, el término quimioterapia (o “quimio”) se refiere a los medicamentos utilizados para el tratamiento del cáncer. Es importante saber que no todos los medicamentos para tratar el cáncer funcionan de la misma manera. En el pasado, el único tipo de medicamento que podía tratar el cáncer era la quimioterapia tradicional o estándar, pero actualmente se utilizan muchos tipos diferentes de medicamentos para tratar el cáncer. Si bien la quimioterapia tradicional o estándar sigue siendo la mejor manera de tratar muchos tipos de cáncer, diferentes tipos de medicamentos pueden funcionar mejor en otros tipos de cáncer.
Se preguntarán que me influyó para elegir la quimioterapia para realizar un trabajo de opinión. He dedicado parte de mi vida a estudiar las investigaciones de la cura de enfermedades. Sí, una estudiante de ingeniería química industrial. Es precisamente eso lo que nos hace amantes de la ciencia, de la investigación; tratamos como ingenieros de entender para dar una solución. ¿Quién dijo que un ingeniero químico no puede ser quien encuentre esta cura que tanto está esperando la humanidad? La liberación controlada de fármacos será el futuro de los tratamientos y es precisamente aquí donde entramos nosotros con conocimientos adquiridos a aportar investigaciones que ayuden a que un día nos importe más la salud. Y me gustaría compartirles la frase de un famoso historiador y ensayista británico, Thomas Carlyle (1881), que decía: “El que tiene salud, tiene esperanza; el que tiene esperanza, lo tiene todo”. Somos la luz en un camino de mucha oscuridad. Cuando elegí la carrera que estudio actualmente siempre sentí que Dios nos da dones que debemos explotar al máximo, habilidades que vamos conociendo y desarrollando, con disciplina y actitud, pero la vocación que llevamos dentro muchas veces nos lleva a investigaciones profundas y asertivas, y es ahí donde debemos hacer un aporte extra. Ver la vocación con la que mi profesor se inspira para enseñarnos cada vez más cosas nuevas me hace sentir la responsabilidad de no detenerme esta vez, de insistir. La pasión nos lleva a lugares inalcanzables.
La OMS, en su plataforma Cancer Tomorrow, estima que Costa Rica verá una duplicación en los casos de muerte por cáncer por año, que pasarán de 5 709 a 11 575 en las próximas dos décadas. Los datos disponibles del Registro Nacional de Tumores también revelan que, entre el 2012 y el 2017, el cantón con la tasa más alta de mortalidad por cáncer de mama en promedio es Dota. Ese cantón también lidera las tasas de mortalidad por cáncer de estómago, pulmón, ovario y leucemias (Gco.iarc.fr, 2020).
En conclusión, hay estudios que demuestran que en Costa Rica se duplicaron las muertes por cáncer, y me pregunto: ¿nos encontramos preparados?, No, cada vez que nosotros estamos durmiendo o haciendo cualquier actividad miles de personas a través del mundo están muriendo en manos de una enfermedad que no cede ante los avances de la ciencia y la tecnología. La quimioterapia necesita evolución, selección, y si bien ha salvado a muchas personas también hemos visto morir a personas cercanas que pareciera que unos días este monstruo del cáncer los destruyó masivamente. La quimioterapia es un tratamiento altamente tóxico que puede generar dos resultados: o erradica la enfermedad y sana a la persona al menos temporalmente, o impulsa con todas sus fuerzas para que el padecimiento sea más resistente (Universidad de Costa Rica, 2018).
Aunque el accidente con gas mostaza en Bari fue esencial para impulsar la investigación acerca de la quimioterapia antineoplásica, de un trágico invento que le costó la vida a muchas personas que murieron intoxicadas con gas mostaza se obtuvo un bien que ahora ayuda a muchas personas.
Sin embargo, actualmente se requieren nuevas investigaciones no solo para alentar a las personas a adoptar comportamientos saludables para prevenir el cáncer, tal como hacer deporte, comer alimentos saludables que no contengan altos preservantes, no fumar, no ingerir licor en altas proporciones, dormir las horas necesarias para que el cuerpo se encuentre reposado para empezar las actividades del día. También debemos continuar con la investigación, desarrollar métodos de detección más eficaces que permitan diagnosticar el cáncer en los estadios más tempranos y orientar a los sistemas nacionales de salud para que pongan a disposición de toda la población tratamientos antineoplásicos que sean asequibles y eficaces. Debemos insistir e invertir en investigación, que es precisamente lo que no está generando el país, en espacios para este tipo de investigaciones que son tan necesarias. Somos la esperanza de muchas personas que aun ni saben que van a ser diagnosticadas, como Verónica. Cuando hablamos le prometí que no iba a detenerme, que daría mis esfuerzos de muchas noches, y esperaba que mis colegas de carreras a fin lo hicieran, sin antagonismos con la mano en el corazón de todos esos niños que empiezan a vivir y a luchar, con la fe que sentía mi tío José de seguirnos alegrando la vida unos años más.