El Tribunal Penal de Alajuela condenó al abogado Mario Alberto Cerdas Salazar por ser el responsable de cometer el delito de cultivo de drogas, sustancias o productos sin autorización legal. Cerdas fue sentenciado a ochos años de prisión.

Cerdas Salazar es un reconocido activista del uso medicinal del cannabis y por años las autoridades judiciales han realizado operativos para capturarlo y procesarlo penalmente. Desde el 2013, cuando inició la siembra de cannabis en la terraza de su casa, ha sido detenido unas seis veces y en enero del 2016 fue absuelto de toda pena en un juicio en el que se determinó que para castigar el cultivo de marihuana era necesario demostrar la finalidad de tráfico, lo cual, nunca se evidenció en su caso. Su absolutoria fue reforzada por el Tribunal de Apelación y la Sala Tercera.

Sin embargo, nuevamente las autoridades lo capturaron y abrieron otra causa penal en su contra, cuya sentencia fue emitida hoy.

Posterior a la resolución del caso, el abogado defensor de Cerdas, José Miguel Villalobos Umaña, afirmó:

La condena a mi presentado Mario Cerdas Salazar esta tarde en los Tribunales de Alajuela fue un voto dividido, pues uno de los Jueces se manifestó en favor de la absolutoria al acoger la posición de la defensa de declarar la casi totalidad de la prueba como ilícita e imposible de ser valorada. (...) Los dos Jueces restantes estimaron que Cerdas suministraba sin cobrar productos derivados de la cannabis con fines terapéuticos, pero que lo hacía sin autorización legal y es esa falta de permisos lo que determinó la condenatoria."

De acuerdo con la acusación fiscal, entre el 21 de setiembre del 2018 y el 8 de agosto del 2019, el imputado instaló un invernadero en su casa, en Alajuela, el cual era utilizado para el cultivo de marihuana.

El Ministerio Público afirmó que la prueba que aportó al caso permitió demostrar que, en dicha propiedad, el imputado tenía luces, ventiladores y un sistema de riego que le facilitaba la actividad ilícita.

"No se probó que se haya dañado la salud de nadie más allá del suministro sin autorización y a pesar de que la Fiscalía solicitó una pena de 12 años, la condena fue por el mínimo de 8 años. Una vez notificada en forma integral la sentencia procederemos a apelarla para continuar luchando para que se determine judicialmente que el uso terapéutico de la marihuana es absolutamente legal en Costa Rica", agregó Villalobos.

Según la Fiscalía, Cerdas almacenaba y procesaba la droga, obteniendo THC, una sustancia activa de la marihuana. Posterior a este proceso, el imputado elaboraba aceites, mantequillas y brownies.

Durante el debate, según el Ministerio Público, quedó probado que el imputado suministraba los productos y las plantas a terceras personas, a quienes contactaba mediante sus redes sociales o línea telefónica.

Mientras la sentencia queda en firme, el imputado permanecerá en prisión preventiva.