Por Edgardo Hidalgo Chacón – Estudiante de la carrera de Psicología

¿Sabía usted que la personalidad es un elemento inherente del ser humano? Cada persona posee, moldea y desarrolla una personalidad que influye significativamente en las actitudes y toma de decisiones. Es necesario comprender que los factores biológicos y ambientales están ligados a esta. Lo anterior da oportunidad para acotar que cualquier persona desarrolla su propia personalidad a partir de la genética y del entorno sociocultural. Este último es crucial dado que la crianza es un criterio fundamental que aporta mucho sustento a esta, puesto que a través del ambiente donde la persona se desarrolle, se configuran, crean o extinguen distintos comportamientos o hábitos. Así, Mellides (2015) afirma que “el individuo buscará adaptar su conducta a las características del entorno en que se desenvuelve, teniendo en cuenta que su percepción del entorno va a estar guiada por sus propias características personales o genéticas” (p. 26).

Bajo la misma línea temática, conocer y ser consciente de la propia personalidad es un fundamento que aporta a amalgamar positivamente el autoconcepto o identidad con la autoestima, acto que da lugar a reconocer el por qué se actúa de una determinada manera. Así las cosas, conocerse es la llave hacia el centro del bienestar psicológico, debido a que se tendrá la oportunidad de analizar el comportamiento propio, o, por otro lado, de buscar ayuda psicológica para poder cambiar conductas que pueden ser perjudiciales para la salud psicológica de la persona. Mruk, Simkim y Azzollini (citados por Simkim y Pérez, 2018) determinan que ser consciente de la personalidad contribuye a potenciar la autoestima e incrementar la autoeficacia, puesto que conocerse a sí mismo aporta para lograr modificar conductas o potenciar las actitudes.

En conexión, la formación de la personalidad es un proceso complejo, donde no solamente el contacto con la familia nuclear tiene un impacto significativo, sino que las personas con quienes interactúa, la capacidad adquisitiva, el acceso educativo y las creencias culturales o familiares son factores fundamentales que poseen influencia sobre esta. Adicionalmente, es preponderante aprender a estudiar la personalidad desde sus perspectivas. Por ejemplo, la teoría de Freud señala que los pensamientos y acciones poseen un panorama motivacional, aunado a conflictos inconscientes. Por otro lado, para Abraham Maslow, la personalidad está ligada a la autorrealización, reconocimiento, afiliación, seguridad y fisiología. Así, los psicoanalistas, humanistas y conductistas han contribuido en la temática de la personalidad y, por ende, no se le puede restar valor a ninguno.

Ahora bien, conocer la personalidad, lograr adentrarse en esta, ser capaz de reconocer las fortalezas, y limitaciones, y buscar ayuda psicológica constituyen los pasos que dirigirán a cualquier persona hacia el centro de bienestar psicológico. Aquí es esencial indicar que el bienestar subjetivo aportará para disponer de una vida emocionalmente agradable. En el marco de lo expuesto, Castro y Casullo (2013) resumen que el bienestar psicológico es una dimensión fundamentalmente evaluativa que tiene que ver con el resultado logrado con una determinada forma de haber vivido.

A partir de lo expuesto, se reconoce la personalidad como un elemento presente en todas las personas. No obstante, cada una es diferente dado que los rasgos son subjetivos. Es necesario conocer e identificar la personalidad con la finalidad de poder aumentar la identidad, así como poder buscar terapia psicológica para modificar lo que se considere necesario, para así lograr un centro de bienestar psicológico.

 

MOXIE es el Canal de ULACIT (www.ulacit.ac.cr), producido por y para los estudiantes universitarios, en alianza con el medio periodístico independiente Delfino.cr, con el propósito de brindarles un espacio para generar y difundir sus ideas.  Se llama Moxie - que en inglés urbano significa tener la capacidad de enfrentar las dificultades con inteligencia, audacia y valentía - en honor a nuestros alumnos, cuyo “moxie” los caracteriza.

Referencias bibliográficas:
• Castro, A. y Casullo, M. M. (2013). Evaluación del bienestar psicológico en estudiantes adolescentes argentinos. Revista de Psicología de la PUCP, 18(1) 35-68.
• Mellides, A.M. (2015). Personalidad y destrezas lingüísticas (Tesis doctoral). Universidad Rey Juan Carlos, España. Recuperada de http://bit.ly/39WClZH
• Simkim, H. y Pérez, M. (2018). Personalidad y autoestima: un análisis sobre el importante papel de sus relaciones. Revista de Terapia Psicológica, 36(1) 15-21. Recuperado de http://bit.ly/37RfCNl