Ninguno de nosotros respirando en estas tierras tropicales tiene experiencia real enfrentándose a una pandemia. No tenemos la experiencia del Ébola, SARS, y MERS. Inclusive los que sí lo vivieron en carne propia, en otras latitudes, no tuvieron que lidiar con una enfermedad tan altamente transmisible como esta.
La COVID-19 impone un reto nuevo y diferente que a simple vista pareciera no podemos anticipar con acciones concretas... pero nos estamos equivocando. Sí podemos.
El virus viene de lejos, dándonos tiempo de ver qué ha sucedido en los primeros países afectados. Es por esto que ya hay historia al respecto y que podemos decidir si repetir sus fracasos o éxitos sin requerir ser Nostradamus.
La información brindada por las cámaras de mayor potencia del mundo (hasta 0,1 micras) indica que nuestras exhalaciones llegan lejos. Ya es irrefutable que al exhalar tranquilamente nuestro “vapor” llega a 1,5 metros de distancia, si hablamos fuerte, un poco más, si tosemos 2 metros, y un estornudo 6 metros. También sabemos que si no hay viento, este vapor puede mantenerse por minutos en el aire.
- ¿Cuánto son 2 metros de distancia? Lo suficiente para no respetarlos adecuadamente a nivel poblacional (cosa que ha ocurrido y sigue ocurriendo, como se evidenció hoy en la calle).
- ¿Qué aporta la mascarilla de tela? Una barrera física que no es perfecta pero que ayuda, de forma complementaria, a aplanar la curva. Si filtra el 90 o 50% de gotículas, no importa, algo es mejor que nada (al fin la CDC comprendió esto). Protege para afuera, evitando que las secreciones del portador viajen sin interrupción.
- ¿Por qué recomendarlo para toda la población? Aproximadamente un 20% de personas COVID-19 tienen síntomas leves o inexistentes y son estos mismos los que se encargan de la mayoría de contagios (hasta el 79% según los reportes de China).
Así, como dijo Bonaparte, “El que quiera hacer historia, primero que aprenda de ella”. Es aquí donde decidimos hacer historia al seguir los pasos, o no, de la minoría exitosa: Korea del Sur, Taiwán, Austria, Hong Kong, República Checa, entre otros. Aparte de las demás medidas poblacionales, todos recomiendan el uso de mascarilla para su población.
¿Cuál es la solución para Costa Rica y cuál es el guión a leer en la conferencia de prensa?
“Recomendamos la mascarilla de tela (hecha en casa o por una pequeña empresa) a todo el que tenga que salir y se encuentre en situaciones donde no se respetan los 2 metros de distancia. Le explicaremos cómo ponérsela adecuadamente a continuación… Recuerde (y le estaremos recordando a diario) que si se la pone: 1) no se ande tocando la cara; 2) el virus lo/la sigue viendo (no es invencible); 3) lávela como le explicamos; y 4) Si compran de estas otras mascarillas (quirúrgicas en adelante) nuestro personal de salud no podrá atenderlo a usted o a su familiar porque las necesitamos para trabajar.”
Me llama la atención cómo pareciera que a la CDC le llegó el mensaje en paloma mensajera y cómo aún no ha llegado a la OMS. Este artículo pretende adelantarse a la paloma mensajera que enviaron hacia nuestras tierras…
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