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— Pareciera que la tónica desde el 8 de enero de 2018 es que cada vez que se hable de algún tema relacionado con un derecho sexual y reproductivo, Costa Rica arda. Basta con ver a algunos diputados que en la Asamblea Legislativa ya piden votos para el primero de mayo próximo valiéndose de este tema.

— La polarización pasó del matrimonio entre personas del mismo sexo al aborto terapéutico a, para que no nos falte, la pastilla del día después. Esto luego de que la semana pasada se diera a conocer que la pastilla anticonceptiva de emergencia, Levonorgestrel, está en este momento pasando por los trámites del Área de Registros Sanitarios del Ministerio de Salud, para ver si su uso se permite en el país. Nótese que es de venta libre (con diferentes nombres) en una inmensa cantidad de países desde hace décadas.

Ileana Herrera, funcionaria de registros en Salud, aseguró a CR Hoy que este mes de abril se definirá si se le da permiso o no para operar en el país a la casa farmacéutica solicitante.

Dato D+: Según la web de la Organización Mundial de la Salud, la anticoncepción de emergencia refiere a los métodos anticonceptivos que pueden utilizarse para prevenir un embarazo después de una relación sexual. Las píldoras anticonceptivas de emergencia impiden el embarazo pues evitan o retrasan la ovulación de la mujer, provocando un cambio químico en el espermatozoide y en el óvulo, con el fin de impedir que lleguen a unirse. En el caso de que ya se hayan unido al momento de que se tome la pastilla este tipo de anticoncepción no puede interrumpir un embarazo ya establecido ni tampoco dañar al embrión en desarrollo. En resumen: no son abortivas.

— Ahora bien, el detalle de la polémica es que el Ministerio de Salud adelantó que se plantea que píldora no sea de venta libre sino solo con receta médica "por lo tanto las mujeres para utilizarla tienen que recibir sus recetas” según aseguró Herrera a Monumental. Sí, aunque usted, no lo crea.

Según informó CR Hoy, en la vía del Seguro Social la administración se realizará también en casos de violación, pues el país firmó el Protocolo Interinstitucional de Atención Integral a Víctimas de violación sexual en edad joven y adulta, que señala que la mujer víctima tiene derecho a consumir el medicamento —durante las 72 horas posteriores al suceso— para reducir el riesgo de quedar embarazada producto de una violación.

— El tema es que al necesitar que haya una valoración médica para suministrar el medicamento, la mujer agredida estaría en la obligación de someterse a la valoración de un médico forense que asegure que fue víctima, antes de poder suministrar el producto y, tratándose de este tratamiento, cada hora importa...

— Imagínense a una mujer recién agredida sexualmente haciendo fila en la Caja o en una oficina del OIJ, esperando que la atiendan, que le pidan que se desvista, que le tomen muestras y que tenga que esperar a que los resultados confirmen la violación, antes de poder tomarse la pastilla, a pesar de que la OMS dice claramente que cuando antes se tome, más efectiva es.

— Por la vía privada, por su parte, la cosa también pinta mal. Primero la mujer tendría que pagar la consulta, lo cual no la hace, evidentemente, accesible a todas; y luego, si se detecta que el médico usa "de manera inadecuada el producto", este estaría en riesgo de ser acusado ante el Colegio de Médicos, según también aseguró Herrera.

— Por ahí viene el tema de la polémica y por eso es que el Instituto Nacional de la Mujer compartió esta semana un comunicado de prensa indicando que:

Si una mujer es víctima de violación o si tuvo una relación sexual de riesgo, debe tener la opción de acceder libremente a la píldora de anticoncepción de emergencia (...) Cualquier limitación al acceso a este medicamento constituiría una restricción innecesaria y sin sustento técnico.

— En un reporte de la semana pasada les hablábamos sobre las acusaciones de contradicciones en el Gobierno de Unidad Nacional ¿recuerdan? Bueno, pues parece que aquí hay otro de esos casos en que dos instituciones están jalando hacia lados distintos de la carreta. En medio de todo este desencuentro de posturas es prudente recordar que en Costa Rica se usan métodos similares al de las pastillas del día después desde hace muchos años, con lo que esta discusión queda un poco de más. Otra vez.

— En fin, el Ministerio de Salud aseguró este martes que aún sigue valorando el tema  y así también lo señaló la ministra de Comunicación, Nancy Marín, quien en conferencia de prensa posterior a Consejo de Gobierno, corrió a asegurar que aún no hay decisión tomada, así que no queda más que mantener los ojos bien puestos en lo que se resuelva, particularmente pensando en las poblaciones más vulnerables a las que una vez más, se estaría dejando de lado a la hora de tomar este tipo de decisiones.

Esta nota es parte del Reporte: Salud nos deja en vilo con la pastilla del día después, Procuraduría de la Ética remueve el Cemento.