El pasado 28 de junio se celebró el Día Internacional del Orgullo LGTBIQ+, conmemorando los disturbios de Stonewall, Estados Unidos en el año 1969. Y si bien, como sociedad, se ha avanzado en la materia, aún es mucho el camino que se debe recorrer, para lograr un justo reconocimiento de todos los Derechos Humanos.
El 28 de junio ya pasó, pero la lucha sigue; ahora corresponde prestar atención a la Marcha de la Diversidad- Pride Costa Rica 2018, no solo por su significado, sino también por quienes participarán de este evento; en una clara posición de respeto y apoyo a un sector de nuestro país que aún tiene mucho luchar y manifestarse.
Será una oportunidad para que quienes tienen una clara afición por las cámaras fotográficas se presenten, en calidad de seudodefensores y falsos activistas LGTBIQ+. Y es sobre este tema en particular que quisiera dirijamos nuestra atención.
En días recientes, el presidente de la República Carlos Alvarado firmó el Decreto Ejecutivo N° 41173-MP y la Directriz N° 015, dando una indicación a las instituciones de gobierno a modificar documentos, trámites y registros internos de las personas trans que soliciten cambio en su nombre, fotografía, sexo o género. Y es de celebrar que, después de poco tiempo, el TSE ya esté realizando las solicitudes de cambio nombre que tienen.
Además, diferentes empresas firmaron la Declaración de San José, con 10 principios en contra de la discriminación por motivos de orientación sexual, identidad y expresión de género y a favor de la promoción de los Derechos Humanos.
Pero es en el Poder Legislativo donde aún se presentan las deudas con la comunidad LGTBIQ+, el Frente por los Derechos Igualitarios ha establecido como proyectos de interés el N° 19852 Matrimonio igualitario, N° 20174 Ley marco contra la discriminación, N° 19841 Identidad de género, N° 19243 Reforma ley de VIH y N° 18496 Estado laico. Estas son algunas de las iniciativas que la Asamblea Legislativa tiene por atender, de forma prioritaria, para dejar claro que en este país los derechos humanos son para la ciudadanía, y no solo para un sector mayoritario que goza de privilegios.
Es por eso que el día de la marcha debemos prestar atención a cada legislador que se haga presente, sabiendo que este es un espacio para compartir la lucha, para solidarizarnos con quienes aún no tienen plenos derechos y para festejar que al final, guste o no, el amor debe triunfar sobre los estereotipos y prejuicios. El desfile del orgullo no debe ser utilizado como plataforma electorera, donde un día si se apoye y otro día no; si un diputado o diputada se presenta a marchar, es por que tiene clara, y sin matices, su posición de apoyo.
Nuestro país tiene grandes retos, y para poder salir adelante, de la forma solidaria en la que estamos acostumbrados a actuar, debemos sumarnos, pero en igualdad de condiciones, con los mismos derechos y con las mismas responsabilidades.
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