Miles de personas recorrieron ayer la principal avenida de Managua en la llamada “madre de todas las marchas” convocada por el Movimiento Madres de Abril, que reúne a más de 80 madres que perdieron a sus hijos en las protestas sociales que vive Nicaragua desde el 18 de Abril pasado.
Al finalizar el recorrido la manifestación fue atacada a disparos por simpatizantes sandinistas y policías, dejando un saldo total de 6 personas fallecidas y más de 100 heridos por arma de fuego, mientras cientos de personas, entre ellos niños, mujeres y ancianos, buscaron refugio en catedral de Managua y la Universidad Centroamericana, UCA, debido a amenazas de fuerzas paramilitares que se tomaron varios puntos de la capital.
El caos llegó a ciudades como Estelí, al norte del país, donde civiles fueron atacados por grupos paramilitares con un saldo de 5 muertos y una treintena de heridos. En ciudades como Masaya y Chinandega la represión continuó hasta horas de la madrugada de hoy. Autoridades gubernamentales confirmaron la muerte de 15 personas y 199 heridos. Acusaron a los manifestantes de una “conspiración delincuencial” contra del estado y que “confabulan para denunciar ´ataques´ inexistentes”.
Los nicaragüenses dejaron ayer su tradicional celebración del Día de las Madres por un homenaje pacífico de cuatro kilómetros en donde al unísono se escuchaba el clamor de Justicia por las víctimas y la salida del presidente Daniel Ortega, que lleva once años gobernado el país centroamericano junto a su esposa y vice presidente Rosario Murillo.
El grupo de madres y estudiantes encabezaron la gigantesca marcha que arrancó luego de que Carlos Mejía Godoy, icónico cantautor nicaragüense, interpretara “Ay Nicaragua, Nicaragüita”, canción que dedicó a la revolución de 1979, cuando los revolucionarios sandinistas derrocaron la dictadura de Somoza.
El gobierno también convocó a sus simpatizantes con Ortega como invitado especial, quien fue categórico al afirmar que no piensa dejar el poder. “Nicaragua nos pertenece a todos y aquí nos quedamos todos”, expresó delante de un grupo que coreaba su nombre con banderas rojinegras del frente sandinista.
Las manifestaciones de los auto convocados en todo el país han sido respaldadas públicamente por la Alianza Civil, el grupo que negocia la solución pacífica al conflicto en el Dialogo Nacional y que está conformada por una coalición de estudiantes, empresarios, líderes de sociedad civil y movimiento campesino.
Esta mañana los Obispos anunciaron que el dialogo quedará cancelado de momento debido a los continuos ataques a los manifestantes, a pesar que a inicios de esta semana el gobierno había prometido retomar las conversaciones y detener la violencia.
La organización Amnistía Internacional presentó el martes un informe en Managua titulado “Disparar a matar” donde concluyó que el gobierno ha reprimido las protestas con uso excesivo de la fuerza, ataques con grupos parapoliciales, ejecuciones extrajudiciales, el control de los medios de comunicación y la denegación de atención médica en hospitales públicos.
“Señor presidente, por favor…deje de matar a los estudiantes, deje de matar a la población civil, nosotros no tenemos armas” solicitó la reconocida activista Bianca Jagger, quien acompañó la misión de Amnistía Internacional y presednció la represión hacia los estudiantes de la Universidad de Ingeniería el pasado lunes, que dejó un saldo de dos fallecidos y al menos 30 heridos.
Gobierno acepta ingreso de investigadores independientes
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos, CIDH, anunció ayer que el gobierno de Nicaragua aceptó la creación de un Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) como un mecanismo de investigación internacional sobre los hechos violentos.
“Condenamos los asesinatos cometidos ayer por las fuerzas represivas y los grupos armados…Llamamos al estado a detener la violencia de estos factores represivos" manifestó hoy Luis Almagro, secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA).
A la fecha se reportan más de 100 fallecidos por la represión policial y de grupos paramilitares afines al gobierno. Así mismo unos 10 jóvenes aún desaparecidos vinculados a las protestas. Los nicaragüenses se continúan manifestando en varios departamentos del país con barricadas en las carreteras para protegerse de la represión y en desobediencia cívica ante un gobierno que los acusa de “vandálicos”.