Si alguien ha sabido aplicar la estrategia de embarrialar la cancha, ese ha sido el magistrado Celso Gamboa.

“Confúndelos y vencerás”, pareciera pensar el alto juez de la República. Así, una y otra vez se ha valido de diversas artimañas para desacreditar las denuncias que pesan contra él pues está convencido de que es víctima de una persecución mediática y política y de que todo lo que sucede es producto de una conspiración en su contra.

Él, que hace nada era hombre de confianza de Óscar Arias, de Laura Chinchilla, de Luis Guillermo Solís, de Mariano Figueres... de Juan Diego Castro, de Álvaro Ramos. Él, que tenía los mejores contactos en la prensa, en el Ejecutivo, en el Legislativo, en el Judicial, en la banca, en las redes... de pronto se ve víctima de una operación de cobertura suprema que ha decidido sacrificarlo para proteger a todos los demás... ¿Cómo es posible que ahora todos le den la espalda? Eso pareciera preguntarse Gamboa, que poco a poco empieza a perder la paciencia...

Pero no, todavía no. Por ahora, su estrategia sigue siendo la misma. Entorpecer el partido y confundir a la afición. Así, ha sido frecuente escucharlo criticar a sus acusadores —recién ayer en una entrevista de antología lo hizo de nuevo— o incluso amenazarlos con revelar comprometedores mensajes de WhatsApp —Carlos Chinchilla ¿alguien?—. Su técnica favorita, sin embargo, ha sido una propia de alguien que ha dedicado casi 6 meses de suspensión a preparar su defensa con esmero y cuido. Para defenderse, Celso usa a conveniencia el informe final de la Corte Suprema de Justicia que recomienda la revocatoria de su nombramiento.

Empecemos por ahí. Celso insiste en señalar a los diputados (particularmente a Ottón Solís y a Patricia Mora) pero ha sido la Suprema Corte de Justicia la que ha pedido su despido y aunque algunos se hayan dejado decir recientemente “y no me vengan con el cuentico de la separación de poderes” la verdad es que la Corte es absolutamente independiente y no responde a los intereses del Congreso. Solo alguien que no cree en nuestro estado de Derecho (o no lo respeta) podría pensar que los magistrados (¡todos y cada uno de ellos!) se someten a la voluntad de los diputados...

Recordemos, además, que la Corte pidió el despido apenas tras recibir el primer informe de varios expedientes disciplinarios que se le abrieron a Gamboa uno-tras-otro. No olvidemos que los otros siguen su curso... Entonces, incluso si los diputados hoy decidieran no despedir a Gamboa (que podrían) estaríamos hablando apenas del caso #1 por lo que de todos modos la saga continuaría.

#PanamaPampers, una defensa endeble, un juego de números escabroso y más coincidencias nefastas

En los últimos tiempos Celso ha alimentado una nueva teoría de conspiración en la que el Presidente de la Corte, Carlos Chinchilla, es el verdadero Big Chief y quien le está persiguiendo políticamente. Ante esto nos toca quitarnos el sombrero y decir ¡qué bárbaro Carlos!, logró manipular a David Patey, a Guillermo Quesada, al exembajador Rivera Fournier y a medio país para que mintiera en contra de Celso. ¡Su poder definitivamente es ilimitado! Se merece mucho más que un paseo en yate, ¡yo le regalaría hasta uno en helicóptero!

Seamos claros: es evidente que con estas tácticas Gamboa pretende que los oídos de ciertos diputados —que están muuuuy ansiosos y a la espera de escuchar la más mínima excusa para enterrar el caso— se activen de modo tal que impidan su despido. Me preocupa, por cierto, que ya distintas fuentes dentro del Congreso me piden prestar especial atención a lo que suceda hoy día porque no han faltado quienes desde ya procuran robarse la vuelta y demorar las cosas... como si los ojos del país entero no estuvieran sobre Cuesta de Moras. Diputados: las cosas ya cambiaron. No nos pasemos de listos, que el tema está para conocerse y resolverse hoy.

Hablando de fechas: ¿Nos habremos olvidado de que la medida cautelar de suspensión por tres meses que pesa sobre los hombros de Celso —por segunda vez consecutiva— se vence el próximo 19 de abril? A como se mueven los molinos de la Corte y el Congreso el señor Gamboa perfectamente podría estar de vuelta en su oficina antes de fin de mes. ¡Cosa más grande de la vida, chico!

A ese dato agreguemos otra coincidencia escalofriante revelada el viernes pasado: el informe de la Procuraduría de la Ética sobre Guevara Guth, Morales Zapata y Leiva Badilla sobre El Cementazo fue archivado a escondidas por el Directorio de la Asamblea Legislativa, según denunció la diputada Patricia Mora... ¡Pero qué clase de charlatanería es esta!

Papelitos y diplomáticos hablan

Más allá de lo señalado a modo de introducción corresponde decir lo que ya para nuestros lectores es harto sabido: nos encanta ayudar a los diputados en su ardua tarea. Así las cosas hoy les estaremos dando unos pequeños tips para que formen su criterio a partir de hechos y no de piruetas y conjeturas.

Uno de los hechos clave del caso #PanamaPampers sobre el cual Celso no ha podido dar una excusa válida es el famoso tarjetazo. Ya en la Asamblea y ante la Comisión que dio visto bueno para su despido, Celso dijo que no era un hecho probado que su tiquete y el de Juan Carlos Bolaños hayan sido comprados por la misma tarjeta. Miente. Según Celso, como no se demostró quién era el dueño de la tarjeta entonces la acusación era inválida. Sin embargo la evidencia en poder de la Corte y el Congreso claramente establece que sí se realizó el pago de ambos tiquetes con la misma tarjeta y al día de hoy Celso simple y sencillamente no ha podido explicar esa coincidencia (intentó, eso sí, armar una fábula de cómo los números se podían repetir que no le compran ni para una mala novela policiaca de un Netflix pirata).

En cuanto a su participación en las reuniones con JCB y el empresario chino que claramente describió el exembajador costarricense en Panamá Rivera Fournier, Celso se ha limitado a decir que el exembajador miente (ya saben, todo el país miente y se ha confabulado en contra del él). Es más, ayer mismo dijo Gamboa: “el exembajador de Costa Rica en Panamá, también señala que yo no estuve en ningún tipo de reunión con Juan Carlos Bolaños en Panamá. ¡Más claro que el agua!”. Esto no es cierto. El exembajador hasta fue claro en señalar que Gamboa fue quien le presentó a Bolaños, ƒque compartieron carro del aeropuerto a el hotel, que Gamboa y Bolaños compartieron mesa con el empresario chino y con él la noche del domingo y que al día siguiente Celso llegó “de tanda” a la sala de reuniones antes de que se lo llevaran de compras a Multi. Son muchas coincidencias que Gamboa no ha podido ni refutar ni explicar.

Además, ¿por qué si Gamboa considera que Rivera es un mentiroso hizo todo lo posible para impedir que rindiera declaraciones ante el magistrado instructor de la causa #PanamaPampers don Orlando Aguirre? Los diputados pueden revisar el expediente y pueden hacerse esa misma pregunta... Digo yo, uno hubiera esperado que si Rivera Fournier en efecto es un mentiroso, el Team Gamboa lo hubiese revolcado en el interrogatorio, pero lo mejor que se les ocurrió fue aducir que no podía hablar por secreto profesional (léase aplicar la Pedro Muñoz)... ¡¡¡recontraplop!!!

Al final no pudieron evitar que el exembajador reafirmara que Celso estuvo de arriba a abajo con Bolaños en Panamá y que todas aquellas casualidades de la vida no respondían a una coincidencia de niveles astronómicos que solo tiene sustento en el imaginario de Gamboa.

La maleta de la discordia: nuevas y preocupantes revelaciones

Algo que nos ha quedado rondando en la cabeza a todos los costarricenses desde que se conoció el capítulo XII de esta novela es el tema de la valija de Celso. Originalmente Gamboa había dicho que traía ropita de bebe de Panamá para luego indicar (ante la evidencia de su mentira) que traía licores y artículos varios.

Mucho se le cuestionó por el uso del pasaporte diplomático, especialmente tomando en cuenta que según indicó andaba en un viaje de placer pero una vez más el magistrado indicó que no era nada anómalo el uso de ese documento en esas condiciones y que él que no tenía nada que esconder sobre lo que traía en su maleta de regreso del viaje de placer en Panamá junto a Juan Carlos (recordemos que ingresaron uno tras otro, ¡otra casualidad!).

Pues resulta que el día de hoy llega a mi oficina una nueva e inquietante información que podría arrojar luz sobre lo que Celso traía ese día en su maleta. En el expediente que tramita la Fiscalía General en contra de JCB se encuentra la declaración del testigo Olger Calvo Calderón, (jefe de delitos económicos) quien indica que un informante de confianza le dijo que Celso traía en su maleta del viaje de dinero fresco para repartir mordidas. En su testimonio, el señor Calvo Calderón manifiesta:

A finales de enero 2017 recibí una información gruesa, pero me lo dijo una persona que yo jamás puedo delatarla, es una persona de mi absoluta confianza, yo le pregunte sí tenía algo más, y me dijo que esa información le había llegado nada más. Eran tiempos donde se hablaba mal de todo el mundo, parte de lo que me dijeron, el mismo informante, era que lo que traía Celso en la maleta del viaje a Panamá era dinero, si ven yo no incorporo en la declaración del expediente administrativo, preferí no dar ese dato. Me dijeron que esto se gestó desde que Celso estaba de Ministro, que los principales en el tema del cemento eran Morales Zapata, Celso y el señor de la DIS Figueres, que de Panamá se trajo dinero en una maleta, para repartir parte de las mordidas que habían en ese asunto. Después me dijeron que venían 750 mil en la maleta”.

¡¡¡Se cae uno de espaldas ante la sola posibilidad de que esto llegue a ser comprobado!!!

Pero, más allá de que eso llegue o no a suceder —y esperemos que sí suceda— lo que es inobjetable es que ya está más que demostrado que Gamboa ha mentido una y otra vez sobre su relación con Bolaños y sobre los motivos de su viaje a Panamá luego de tener el descaro de asegurar que “mi única arma es la transparencia”.

Su red de tramas ha enlodado la imagen del Poder Judicial y ha insultado a los diputados que le dieron su voto de confianza permitiéndole alcanzar el puesto más importante dentro del Poder Judicial. Es por eso que sostengo que cuando los diputados que conocieron el expediente remitido por la Corte hablan de “pérdida de confianza” definitivamente se quedan cortos. Gamboa ha hecho mucho más que perder nuestra confianza, se ha burlado de nuestra institucionalidad. Además, ha querido desacreditar a la prensa y engañar a la opinión pública. Una y otra vez. Y todavía hoy, está convencido de que se puede seguir saliendo con la suya.

Resumen final de la Saga Gamboa-Bolaños

Celso 1.0. Ehh… Yo andaba comprando “ropita de bebé”, todo son coincidencias. A Juan Carlos Bolaños no lo conozco, si lo veo lo saludo y ya está.

Celso 2.0 Bueno, si lo conozco, sería un zatrapa si niego que lo conozco pero su pudiera decir que tengo el teléfono mentiría, usted pida el registro de mis llamadas, puede corroborarlo. Y bueno... ya sabemos que aparecieron 662 llamadas en un lapso más o menos de 1 año, o sea más de dos veces al día. Y encima el tipo metió un amparo contra CR Hoy, Emilia Navas y Nancy Hernández porque dice que se “filtró” el dato.. ¿Y entonces? ¿No era que podíamos pedir las llamadas y que ni tenía el teléfono? Ah bárbaro mejor pone a El Chamuko a asustar gent... ah cierto, el diablito se nos pensionó en medio de esta trama casualmente haciéndose la víctima también. :) 

Celso 3.0 Ehh… perdón, todo este enredo es porque andaba en palabras de Ottón en “pasiones clandestinas”, he faltado como esposo, pero nada más. Yo a Juanquis lo conocí por Lauris que me pidió que lo investigara pero al final todo bien, compas y la vara, pero lo mío en Panamá, pues casual, no, con una muchacha. Lo raro es que el tiquete de avión del viaje a Panamá de él y de Juan Carlos Bolaños, fueron comprados con la misma tarjeta y además simultáneamente, ¡vaya casualidad! Pero además el exembajador Rivero que estuvo en el viaje declaró bajo juramento que lo vio compartir socialmente con Juan Carlos, además lo vio compartir transporte en Panamá, también lo vio en una reunión al día siguiente (donde Celso apareció pero no habló porque diay, estaba todavía borracho).

Celso. 4.0 ¡Todo esto es una conspiración de Carlos Chinchilla! Bueno, a pesar de que el Presidente de la Corte y la Sala Tercera tienen muuuuucho que explicar, es risible esta última versión de Celso. El hombre pretende que creamos que personas y testigos que no se conocen entre sí, como el exembajador Rivera, David Patey, las y los testigos de la Fiscalía, Guillermo Quesada, ¡Avianca! y además, Carlos Chinchilla, todos CONSPIRAN con Patricia Mora y Ottón Solís en contra de él. Eso es tan inverosímil como ese meme de Juan Diego Castro que dice que Semanario el Frente Amplio y La Nación trabajan juntos para perseguirlo. De tal maestro... tal pupilo. :) 

Entonces... ¿Cuál ha sido la actitud de Celso en todos estos cuestionamientos?

  1. Cambiar las versiones.
  2. No dar la cara.
  3. Victimizarse
  4. Echarle la culpa a los demás.

Baia baia: esto parece un caso para Criminal Minds. En fin, Celso se ha escondido una y otra vez en subterfugios legales para que no lo notifiquen en varias de las causas pendientes (unas 6) que tiene en su contra por otros hechos y ha acusado a Raymundo y todo el mundo para al final comparecer a la Asamblea Legislativa con un irrespeto nunca antes visto (“no les pido, les exijo”) poniéndose como víctima de una conspiración inexistente. ¡Es que esto ya no da ni para novela peruana! 

La verdad es que Celso Gamboa ha mentido bajo juramento en la Corte y la Asamblea Legislativa dejando por el suelo la dignidad del cargo que ocupa y llevando a la Corte a una crisis sin precedentes y ahora resulta que hay más tela que cortar porque un fiscal declara que su informante desde un inicio le dijo que Celso es parte central de todo esto y que traía cualquier cantidad de plata en su maleta... ¡¡¡!!!

Costa Rica se merece más. La Asamblea Legislativa debe hacer lo propio y asumir este tema con toda la seriedad del caso porque ellos pusieron a Gamboa en hombros sobre la silla de la Sala Tercera y mal harían en dejar esta página triste de la historia sin concluir... los costarricenses estamos hartos de la impunidad, de la tibieza, de la mediocridad, del descaro, del silencio cómplice, de la trama cobarde y de la fila de hipócritas, cínicos y oportunistas que de una u otra manera están enlodados en este caso y hoy siguen haciendo hasta lo imposible para salvarse de responder ante la ley y ante la nación. 

Señores del Congreso saliente, entrante y futuros: ojalá que a la hora de nombrar magistrados hagan la tarea y no sometan al país a episodios tan indignos y miserables como este donde no solo se ha manchado la institucionalidad, se ha llegado al extremo de intimidar y perseguir a la prensa y, peor todavía, de pretender que el pueblo costarricense es estúpido. No lo es. Así lo ha demostrado una y otra vez. Y así lo seguirá demostrando cuantas veces más sea necesario.