El sistema de Naciones Unidas alerta sobre el aumento de los ataques digitales y los discursos de odio contra mujeres, periodistas y defensoras de derechos humanos.

En el Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra la Mujer y al inicio de la campaña global de los 16 Días de Activismo contra la Violencia de Género, el sistema de Naciones Unidas en Costa Rica hizo este 25 de noviembre de 2025 un llamado urgente a todos los sectores del país para erradicar la violencia contra las mujeres, adolescentes y niñas, tanto en los espacios físicos como en los entornos digitales.

Según datos del Poder Judicial citados por la ONU, el país registra desde 2020 cerca de 180 femicidios, con un aumento significativo en los últimos tres años. Cifras de ONU Mujeres señalan, además, niveles preocupantes de violencia física, psicológica, sexual y patrimonial contra las mujeres.

Este año, Naciones Unidas decidió poner el foco en la violencia digital contra todas las mujeres y niñas, una forma de abuso que se expande con especial rapidez en el mundo. La violencia en línea incluye acoso, acecho, desinformación de género, uso de deepfakes y difusión no consentida de imágenes íntimas. De acuerdo con los datos presentados, hasta el 58% de las mujeres enfrentan hoy algún tipo de violencia digital y más del 90% de los deepfakes muestran imágenes sexuales de mujeres.

El más reciente Informe sobre Discursos de Odio y Discriminación en Costa Rica reporta un incremento del 37% en los discursos violentos contra mujeres en redes sociales durante el último año. Si se comparan las cifras con 2021, estos ataques se quintuplicaron. Las mujeres que participan en política, las periodistas y las defensoras de derechos humanos figuran entre los blancos más frecuentes de estas agresiones.

La ONU subrayó que detrás de cada número hay historias concretas de mujeres, adolescentes y niñas: periodistas que dejan de escribir tras recibir amenazas de muerte, activistas que eliminan sus cuentas para proteger a sus familias, niñas que pierden la confianza antes de encontrar su voz y lideresas vigiladas y violentadas. El organismo advirtió que los ataques ocurren en línea, pero sus consecuencias repercuten en los hogares, centros de trabajo y comunidades.

"La violencia contra las mujeres y las niñas es una de las violaciones de los derechos humanos más extendidas a nivel mundial y un obstáculo enorme para lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Los retrocesos en los derechos de las mujeres son inacteptables. Con fuerza y esperanza desde Naciones Unidas renovamos el compromiso y la promesa para decir: ¡Ya basta!"
—Allegra Baiocchi, Coordinadora de Naciones Unidas Costa Rica.

La campaña de 2025 de Naciones Unidas insta a que gobiernos, empresas tecnológicas y comunidades actúen de inmediato para fortalecer las leyes, combatir la impunidad y exigir responsabilidades a las plataformas digitales. El llamado también incluye inversiones sostenidas en prevención, alfabetización digital y servicios centrados en las personas sobrevivientes de violencia.

La ONU pidió, además, apoyo de largo plazo para las organizaciones que defienden los derechos de las mujeres, en un contexto en el que muchos de estos colectivos se encuentran al borde del cierre por falta de presupuesto o se ven obligados a recortar programas dirigidos a combatir la violencia de género.

En particular, Naciones Unidas planteó cuatro líneas de acción para los países:

  • Invertir en prevención y cambio cultural. Divulgar información sobre comportamientos adecuados en línea, ofrecer capacitación en seguridad digital para mujeres y niñas y poner en marcha programas que cuestionen la cultura digital nociva. El mensaje central apunta a reivindicar el espacio digital y a reclamar un futuro en el que la tecnología favorezca la igualdad.
  • Involucrar a las empresas de tecnología. Pedir a las compañías del sector que contraten a más mujeres para crear entornos más seguros, que eliminen con rapidez contenidos perjudiciales y que reaccionen de forma efectiva ante las denuncias de abuso.
  • Respaldar a víctimas y supervivientes. Aportar recursos concretos mediante financiamiento para organizaciones y movimientos por los derechos de las mujeres, así como apoyo psicológico y asesoría legal.
  • Garantizar responsabilidad de las personas agresoras. Impulsar marcos legales más sólidos y una aplicación efectiva de las leyes para investigar, juzgar y sancionar la violencia, incluida la violencia digital.