Ahorrar es una decisión que puede cambiar el rumbo de nuestras vidas. Separar una parte de los ingresos para el futuro es como sembrar esperanza: nos da estabilidad, nos prepara para lo inesperado, nos acerca a metas, como estudiar, tener casa propia o hacer ese viaje soñado, y nos aleja del endeudamiento excesivo.
El ahorro constante, mes tras mes, dentro de un presupuesto realista y coherente con nuestras metas, se convierte en el motor de nuestra libertad financiera. Es como construir un refugio que nos protege y nos da tranquilidad.
Para iniciar este camino, lo primero es mirar con honestidad nuestra situación económica. ¿tenemos deudas?, ¿en qué se nos va el dinero?, ¿qué es realmente importante para mí y para mi familia? Elaborar un presupuesto mensual permite ordenar, priorizar y tomar decisiones conscientes.
Una estrategia útil es reducir los gastos no son esenciales y fijar metas claras: vivir con el 90% o incluso el 80% de los ingresos y ahorrar el resto para alcanzar esas metas. Esta práctica, junto al esfuerzo por mejorar los ingresos, puede transformar nuestras finanzas en poco tiempo.
Los expertos recomiendan comenzar con un fondo de emergencias equivalente a entre tres y seis meses de gastos. Este fondo marca un punto de inflexión: el dinero deja de ser una preocupación y se convierte en un aliado.
Para lograrlo, reúna lo antes posible el equivalente a un salario neto y manténgalo mediante un ahorro automático, como si fuera un gasto fijo, reponiéndolo cada vez que se utilice por un imprevisto urgente, impostergable y necesario. Ahorrar no es cuestión de cuánto se gana, sino de decidir empezar, incluso con la cantidad más pequeña, con lo que pueda, porque cada avance cuenta.
Si mantenemos el hábito del ahorro, poco a poco se construye una vida más ordenada, próspera y con visión de futuro. Por eso en los contenidos educativos del Banco Nacional sobre planificación financiera resaltamos que la libertad financiera es el resultado de pequeñas decisiones que, de forma sostenida en el tiempo, van escribiendo una nueva historia para la persona y su familia.
Y aquí ocurre algo muy lindo: el ahorro permite acumular un excedente cuando se gasta menos de lo que ingresa. Para dar el salto a la inversión, ese excedente debe convertirse en un activo productivo que genere más recursos. Con criterio y asesoría, esta etapa transforma el ahorro en ingresos adicionales y activa un círculo virtuoso: el dinero empieza a trabajar para la persona y la libertad financiera se vuelve posible.
¿Se imagina el momento en que el dinero trabaja para usted y cada decisión lo acerca a la vida que sueña? El futuro no se espera, se construye: empiece hoy, porque cada ahorro es un paso hacia la libertad.
Para que el ahorro cumpla su objetivo, es clave buscar orientación financiera. Elija opciones profesionales, estudie las alternativas de inversión, utilice canales digitales seguros con los mecanismos de protección y mantenga sus datos personales resguardados.




