El país rompió su tradición de apoyar la resolución que exige a Estados Unidos levantar las sanciones a la isla.
Por primera vez desde 1993, Costa Rica se abstuvo de votar a favor de la resolución anual de la Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU) que pide el fin del embargo económico, comercial y financiero de Estados Unidos contra Cuba.
La decisión rompe una práctica de más de treinta años en la que el país respaldó de forma constante las resoluciones presentadas por La Habana. Costa Rica se había abstenido únicamente en la primera votación sobre el tema, celebrada en 1992, y desde entonces había votado con la mayoría de los Estados miembros.
Las resoluciones sobre la “Necesidad de poner fin al embargo económico, comercial y financiero impuesto por los Estados Unidos de América contra Cuba” se aprueban desde 1992, excepto en 2020 por la pandemia. Aunque no son vinculantes, expresan el rechazo global al bloqueo estadounidense.
En años anteriores, la Cancillería costarricense justificó su apoyo a la iniciativa cubana con base en los principios de libre comercio y respeto al derecho internacional, sin que ello implicara respaldo político al régimen de La Habana.
La representación diplomática costarricense en el gobierno de Chaves había votado afirmativamente las resoluciones en los años 2022 (185 a favor, 2 en contra, 2 abstenciones), 2023 (187 a favor, 2 en contra, 1 abstención) y 2024 (187 a favor, 2 en contra, 1 abstención).
Días antes de la votación, el Gobierno cubano acusó a Washington de presionar a delegaciones extranjeras para modificar su posición. El ministro de Exteriores, Bruno Rodríguez, exhibió dos cartas del Departamento de Estado, fechadas el 8 y el 17 de octubre, en las que se instaba a los Estados miembros a rechazar la resolución cubana.
"El gobierno de Estados Unidos combina esta política de presión extrema, un despliegue extraordinario, totalmente inusual… con una campaña calumniosa, mendaz de intoxicación informativa", declaró Rodríguez, quien calificó de ridículo y mendaz que Washington considere a la isla "una amenaza a la paz y la seguridad internacional".
Consultado por la agencia Associated Press, el Departamento de Estado respondió que "durante décadas, el régimen cubano ilegítimo ha utilizado su resolución anual contra el embargo en la ONU como una herramienta de propaganda para distraer la atención de su propia corrupción, incompetencia y brutal represión".
Según la misma fuente, la iniciativa de Cuba "se basa en una narrativa falsa y quienes la apoyan están comprando las mentiras del régimen". Añadió que "el bloqueo no prohíbe el acceso de Cuba a los mercados mundiales ni el comercio con terceros países".
En la votación del año pasado, 187 países apoyaron el texto presentado por Cuba, mientras que solo Estados Unidos e Israel votaron en contra y Moldavia se abstuvo.
Durante el acercamiento diplomático impulsado por Barack Obama en 2016, Washington se abstuvo por primera vez en esta votación. Sin embargo, las sanciones se endurecieron nuevamente bajo la administración de Donald Trump y se mantuvieron con su sucesor, Joe Biden.
La resolución aprobada este martes contó con 165 votos a favor, 7 en contra y 12 abstenciones. A los votos en contra históricos de Estados Unidos e Israel se sumaron esta vez Argentina, Hungría, Macedonia del Norte, Paraguay y Ucrania. En las abstenciones estuvieron Albania, Bosnia y Herzegovina, Costa Rica, Chequia, Ecuador, Estonia, Letonia, Lituania, Marruecos, Moldavia, Rumanía y Polonia.
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— Delfino.CR (@delfinocrc) October 29, 2025




