El nuevo documento establece metas sectoriales y territoriales hasta 2035, con énfasis en inclusión social y financiamiento climático.
El Ministerio de Ambiente y Energía (MINAE), a través de la Dirección de Cambio Climático (DCC), avanza en la actualización de la Contribución Nacionalmente Determinada (CND) 2025-2035, el instrumento que guiará los compromisos de Costa Rica en mitigación y adaptación frente al cambio climático durante la próxima década.
El documento, actualmente en su fase final, fue construido mediante un proceso participativo que incluyó a instituciones públicas, sector privado, academia, sociedad civil. Además, ya se está coordinando la consulta con comunidades indígenas. Su objetivo es traducir los compromisos climáticos en metas concretas, cuantificadas y calendarizadas, incorporando además un enfoque territorial con atención a zonas rurales, sectores vulnerables y principios de inclusión social y de género.
El ministro de Ambiente y Energía, Franz Tattenbach, destacó avances desde la primera contribución en 2015 y su actualización en 2020 en áreas como conservación de bosques, agropaisajes sostenibles, cero deforestación, movilidad eléctrica y programas de adaptación comunitaria. No obstante, advirtió que “industria y residuos sólidos son sectores con desafíos importantes, donde las medidas implementadas aún no garantizan la reducción de emisiones necesarias para alinear al país con la meta de descarbonización para 2050. Esta CND busca precisamente reforzar la acción en estos sectores clave”.
Por su parte, el viceministro de Gestión Estratégica, Carlos Isaac Pérez, explicó que “la actualización de la CND es un paso necesario para aterrizar nuestro compromiso climático en acciones más concretas. Mejora la formulación al vincular metas con indicadores de desempeño energético, nivel de adopción de tecnologías limpias, número de hojas de ruta sectoriales y marcos regulatorios esperados”.
La nueva CND establece metas sectoriales con plazos definidos, mecanismos de seguimiento y rendición de cuentas, y un enfoque transversal para garantizar la inclusión de juventudes, pueblos indígenas, comunidades costeras y mujeres en la acción climática. También oficializa el uso del término en español “CND” en lugar de la sigla inglesa NDC, como forma de acercar estos compromisos al debate público.
La directora de la DCC, Adriana Bonilla, afirmó que “esta CND es mucho más operativa que las anteriores, porque define metas específicas para sectores críticos y establece mecanismos de monitoreo. Pero también deja claro que no podremos avanzar sin nuevas fuentes de financiamiento y sin el involucramiento activo de todos los actores sociales”.
Entre los temas incluidos destacan la transición justa e inclusiva, el financiamiento climático innovador, la eficiencia energética como eje de competitividad, el uso del Artículo 6.4 del Acuerdo de París y nuevos marcos normativos e institucionales.
El proceso ha contado con asistencia técnica de la cooperación internacional. Johannes Kissel, director del proyecto ACCIÓN Clima III de la GIZ, subrayó que “la experiencia de Costa Rica demuestra el valor de construir políticas climáticas mediante la participación multisectorial. Haber podido colaborar en este esfuerzo es motivo de satisfacción para la cooperación alemana”.