La herramienta busca reducir emisiones de metano y promover una economía circular inclusiva en Costa Rica.

La organización CEGESTI, en conjunto con la Coalición Clima y Aire Limpio (CCAC), el Ministerio de Salud, el Ministerio de Ambiente y Energía (MINAE) y el Instituto Meteorológico Nacional, presentó la guía técnica Planificando la Gestión de Residuos Orgánicos en los Gobiernos Locales.

El documento ofrece a las municipalidades un instrumento para implementar acciones estratégicas que reduzcan la generación de gas metano y fomenten el aprovechamiento de los residuos orgánicos.

El metano es un gas de efecto invernadero 80 veces más potente que el CO₂ en sus primeros 20 años en la atmósfera y responsable de más del 25 % del calentamiento global. En Costa Rica, los residuos orgánicos representan el 53 % de los residuos municipales, pero gran parte se deposita en rellenos sanitarios sin tratamiento, generando impactos ambientales y desaprovechamiento de recursos.

La nueva guía propone una hoja de ruta práctica y adaptable, con etapas para diagnosticar la situación actual, diseñar estrategias y monitorear resultados. Incluye metodologías de compostaje, biodigestión y otras alternativas de valorización, además de herramientas para la educación comunitaria, la formación de emprendedores y la creación de alianzas público-privadas.

La directora ejecutiva de CEGESTI, Daira Gómez Mora, afirmó que “su publicación representa un paso estratégico para el país, ya que alinea la gestión de residuos orgánicos con los objetivos nacionales de descarbonización y economía circular, fortaleciendo la capacidad de los gobiernos locales para cumplir con metas ambientales y responder de manera efectiva a los desafíos del cambio climático”.

El documento incorpora también un enfoque inclusivo e interseccional, asegurando que las acciones beneficien de manera equitativa a todos los sectores de la población y fomentando la participación ciudadana en la toma de decisiones.

La guía está disponible de forma gratuita en www.cegesti.org y forma parte del proyecto Implementar una hoja de ruta para mejorar la gestión de residuos orgánicos y reducir las emisiones de metano en Costa Rica, impulsado por la CCAC.