La mayoría corresponde a conservación de bosques, con más de 4.500 hectáreas inscritas en el régimen de incentivos.
Durante el 2024, el Sistema Nacional de Áreas de Conservación (SINAC) del MINAE registró un total de 115 proyectos forestales en el régimen de incentivos. De ellos, el 73 % corresponde a conservación de bosque, lo que representa un área de 4.551 hectáreas.
El Área de Conservación Huetar Norte lideró la inscripción con 43 proyectos que abarcan 3.590 hectáreas, seguida por el Área de Conservación Central con 847 hectáreas (23 proyectos) y el Área de Conservación Tortuguero con 517 hectáreas (12 proyectos).
En la modalidad de reforestación se inscribieron 1.656 hectáreas, de las cuales 1.420 hectáreas corresponden al Área de Conservación Huetar Norte, equivalente al 85 % del área reportada. Las Áreas de Conservación Tempisque y Tortuguero mantienen activa la inscripción de áreas plantadas debido a la permanencia de empresas dedicadas a la reforestación.
La especie melina (Gmelina arbórea) fue la más utilizada, con 1.141 hectáreas (68,9 % del área plantada con fines comerciales), seguida de la teca (Tectona grandis) con 411 hectáreas (24,8 %). Aunque en menor proporción, ya se incorporan especies nativas como Vochysia guatemalensis (chancho blanco), Terminalia amazonia (cortez amarillo), Cedrela odorata (cedro), Dipteryx panamensis (almendro), Hieronyma alchorneoides (pilón), Dalbergia retusa (cocobolo) y Cordia alliodora (laurel), que representan el 6,3 % del área inscrita.
El ministro de Ambiente y Energía, Franz Tattenbach, señaló que “con la formulación del nuevo Plan Estratégico Institucional del SINAC, se ha propuesto, dentro de sus objetivos forestales, fomentar la producción forestal del país, enfocado en plantaciones forestales y manejo sostenible de bosques, de acuerdo a su indicador, lo cual permitirá incidir en el uso adecuado y responsable de los recursos forestales, considerando el beneficio que este tipo de producción brinda, no solo al productor y a las personas ligadas a la cadena de valor, sino a la sociedad en general”.
Agregó que “desde ya se están desarrollando acciones, por medio de los enlaces de corredores biológicos y en coordinación con diferentes actores del sector forestal y la sociedad en general tales como: restauración de paisajes y rehabilitación de servicios ecosistémicos, cultivo con especies forestales nativas, el desarrollo de proyectos de cooperación para el manejo sostenible de bosques secundarios, el desarrollo de mecanismos para el reconocimiento de casos de éxito en manejo forestal sostenible; entre otros. El resultado esperado es que año con año se logre mayor cantidad de proyectos y área dedicada a proyectos forestales”.
Antecedentes de los incentivos forestales
Desde la década de 1970, Costa Rica adoptó políticas para reducir la deforestación, aumentar la cobertura forestal y fomentar las plantaciones. Entre las medidas se incluyeron exoneraciones de impuestos territoriales, certificados de abono forestal y créditos forestales.
Con la Ley Forestal N.º 7575, se creó el Programa de Pago por Servicios Ambientales, administrado por el Fondo Nacional de Financiamiento Forestal (FONAFIFO), mientras que el SINAC asumió los mecanismos de registro de proyectos y el Régimen Forestal Voluntario.
La normativa también establece incentivos económicos y no económicos, como la exención de impuestos a los bienes inmuebles en áreas reforestadas, la protección de terrenos bajo régimen forestal y el desalojo expedito en caso de invasiones. Además, mediante el artículo 70, se facilita la categoría de inversionista residente a quienes inviertan en plantaciones forestales a partir de US$100.000.