Organizaciones advierten sobre los riesgos del “moquillo canino” para mascotas y fauna silvestre, y llaman a reforzar la vacunación responsable.

El Colegio de Médicos Veterinarios de Costa Rica y la organización Rescate Wildlife-zoave emitieron un llamado para reforzar la vacunación contra el distemper canino (también conocido como “moquillo”), una enfermedad viral altamente contagiosa que afecta a perros y a diversas especies silvestres del país.

El virus, que no se transmite a humanos, se contagia por secreciones, saliva, orina o contacto con superficies contaminadas. Su incubación varía entre 12 y 14 días, y puede afectar los sistemas respiratorio, digestivo y nervioso de los animales. La enfermedad tiene una alta tasa de mortalidad y puede dejar secuelas de por vida en quienes sobreviven.

Dra. Silvia Coto, presidenta del Colegio de Médicos Veterinarios, señaló: “Se trata de un virus presente a nivel mundial. Aunque no puede hablarse de un repunte, el tema ha ganado visibilidad por su circulación en redes sociales. Es fundamental que los tutores sean responsables y lleven a sus mascotas a vacunar con un médico veterinario colegiado”.

Además de afectar a los perros, el distemper también pone en riesgo a especies como zorros grises, coyotes, mapaches, hurones, pizotes y felinos silvestres. Esto convierte al virus en una amenaza para la biodiversidad y la conservación de la fauna silvestre del país.

Isabel Hagnauer, veterinaria de Rescate Wildlife-zoave, explicó: “El distemper canino es un ejemplo claro de cómo las enfermedades de animales domésticos pueden cruzar la frontera hacia la vida silvestre, con consecuencias potencialmente devastadoras para especies vulnerables o en peligro de extinción”.

Los signos clínicos del distemper incluyen secreciones nasales y oculares, tos, erupciones en la piel, diarrea, y en etapas más avanzadas, alteraciones neurológicas como descoordinación, convulsiones, aullidos, agresividad y tics nerviosos. En muchos casos, los animales infectados fallecen o quedan con daños permanentes.

Vacunación: la medida más efectiva

El Colegio recordó que la vacunación es obligatoria en Costa Rica y debe ser administrada únicamente por profesionales acreditados. Las vacunas deben mantenerse en cadena de frío y aplicarse en clínicas certificadas para garantizar su eficacia. El plan de vacunación debe iniciarse a partir de las 7 semanas de vida del cachorro, según recomendación profesional.

También se destacó la importancia de evitar prácticas riesgosas como:

  • Llevar a los perros a parques o zonas donde puedan entrar en contacto con secreciones de otros animales.
  • Permitir el contacto entre mascotas y animales silvestres urbanos.
  • Aplicar vacunas sin supervisión profesional.

La situación adquiere una dimensión ambiental crítica en contextos donde los perros interactúan con fauna silvestre. La transmisión cruzada puede afectar el equilibrio de los ecosistemas, como ya ha ocurrido en otros países: en 1994, el virus provocó la muerte de un tercio de la población de leones del Serengeti, en África.

El Colegio invitó a la ciudadanía a verificar que los veterinarios que atienden a sus mascotas estén debidamente incorporados. El directorio oficial está disponible en su sitio web.

Ambas entidades coincidieron en que la vacunación responsable es una acción clave para proteger tanto la salud de los animales domésticos como la de los ecosistemas silvestres.