Según datos de la OCDE, la participación laboral femenina está 27 puntos porcentuales por debajo de la masculina y es inferior a la de otros países.
Mejorar la participación femenina en el mercado laboral y reducir la informalidad son acciones fundamentales para abordar la desigualdad de ingresos y la pobreza en Costa Rica, según el estudio presentado el día de ayer en el país por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) sobre la situación de la economía nacional.
El informe destaca que, a pesar de los avances significativos, la participación femenina en el mercado laboral sigue siendo inferior a la masculina y, en los últimos tiempos, ha disminuido aún más.
Según este organismo internacional, incrementar la presencia de mujeres en el mercado laboral no solo impulsaría el crecimiento económico, sino que también contribuiría a una distribución más justa de los ingresos y las oportunidades. Para lograr este objetivo, señala que es crucial que Costa Rica amplíe el acceso a la educación temprana y los servicios de cuidado infantil, así como que extienda la jornada escolar o los programas extracurriculares. Además, se necesita una estrategia integral que aborde la informalidad laboral, reduciendo tanto los costos vinculados al empleo formal como los costos administrativos asociados al establecimiento de las empresas formales.
En esa misma línea, la OCDE evidencia que la participación de las mujeres en la fuerza laboral de Costa Rica se ubica 27 puntos porcentuales por debajo de la de los hombres y está rezagada con respecto a otros países de la OCDE y pares regionales.
Con respecto a la informalidad, la OCDE subraya que es particularmente alta entre los trabajadores con jornadas parciales, situación que es más frecuente entre las mujeres. Asimismo, las mujeres enfrentan niveles más altos de pobreza.
Adicionalmente, el informe enfatiza en que las responsabilidades de cuido dificultan la participación de las mujeres en el mercado laboral. Por ejemplo, solo 7% de los niños en edades de 0 a 2 años está inscrito en instituciones de educación y cuidado de la primera infancia. Según la OCDE, aumentar el acceso a servicios de educación temprana y cuidado de la primera infancia de calidad y asequibles debe ser una prioridad de primer orden. Ya que, además, "la red de educación temprana solo cubre cerca de 40% de las familias en condición de pobreza".
Sin embargo, en el estudio también se observa que en comparación con los países de la OCDE y los países pares en América Latina, "Costa Rica exhibe un buen desempeño en varias dimensiones relacionadas con la igualdad de género". Mencionan que esto incluye logros educativos, de acceso a servicios de salud y sus efectos derivados (servicios integrales de maternidad), representación política y reducción de la brecha salarial.