El encierro afecta tanto la salud física como mental de los animales, impidiéndoles cumplir sus funciones ecológicas y poniendo en riesgo la biodiversidad del país.
El centro de conservación Rescate Wildlife-Zoave lanzó una alerta sobre las consecuencias que genera el cautiverio en animales silvestres, recordando que esta práctica —además de ilegal en Costa Rica— causa severas afectaciones en la salud física y mental de los ejemplares, y contribuye a la pérdida de biodiversidad.
Entre las razones más comunes por las que las personas mantienen animales silvestres en cautiverio están la tradición, la estética, el desconocimiento o la intención de "rescatarlos" tras encontrarlos heridos o huérfanos. Sin embargo, según Isabel Hagnauer, veterinaria del centro, las consecuencias son graves: “Cada animal que se encuentra en cautiverio se encuentra biológicamente muerto. No podrá cumplir funciones naturales como dispersar semillas, controlar plagas o regular el clima”.
Consecuencias físicas y mentales
De acuerdo con el centro, las afectaciones se pueden dividir en dos áreas principales:
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Salud física: Las dietas inadecuadas son uno de los principales problemas. Muchas aves como pericos o loras son alimentadas únicamente con semillas de girasol, cuando en libertad consumen una variedad de semillas, frutas, hojas y flores. La mala alimentación genera enfermedades crónicas como desbalances de calcio y fósforo, fracturas, problemas hepáticos y cardíacos, y alteraciones en el plumaje. Además, suelen vivir en jaulas pequeñas, sin ejercicio ni condiciones higiénicas adecuadas.
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Salud mental: Los animales silvestres están diseñados para moverse en libertad. Su encierro genera comportamientos compulsivos como movimientos repetitivos, vocalizaciones excesivas, automutilación (como arrancarse las plumas) o lamerse de forma obsesiva. “El encierro permanente genera un profundo estrés que deriva en conductas autodestructivas”, explicó Hagnauer.
Biodiversidad y salud pública
El impacto del cautiverio también se refleja en la pérdida de biodiversidad. Los animales que no pueden ser reinsertados en su entorno natural no se reproducen ni aportan al equilibrio ecológico. Además, el contacto constante entre humanos y animales incrementa el riesgo de transmisión de enfermedades en ambas vías, lo que representa un riesgo para la salud pública y la fauna.
La pérdida de biodiversidad también tiene implicaciones económicas: Costa Rica depende en gran medida del turismo asociado a su riqueza natural. Si esta se deteriora, se afecta la visitación extranjera y los servicios ecosistémicos que la naturaleza ofrece.
El llamado
En Costa Rica, los animales silvestres son de dominio público y están protegidos por la Ley de Conservación de Vida Silvestre. Desde Rescate Wildlife-Zoave se hace un llamado a no mantener fauna silvestre como mascotas y a denunciar cualquier caso de cautiverio ilegal a través del 1192, el sitio www.sitada.go.cr o la Sección de Delitos Medioambientales del OIJ al 2295-4228.
Cada año, el centro rescata, rehabilita y libera más de 1500 animales. Sin embargo, muchos de los ejemplares ingresan en condiciones tan graves que no pueden ser devueltos a su hábitat. “Debemos comprender que la fauna silvestre no nos pertenece y que su lugar está en libertad, cumpliendo su rol ecológico”, concluyó Hagnauer.