En colaboración con:
Colaboración con agencia
  • En 2023, la mortalidad por demencia creció un 35%.
  • Más de 15,000 adultos mayores no cuentan con seguro médico.
  • Las proyecciones indican un incremento significativo en los próximos años.

Las principales enfermedades neurodegenerativas, como el Alzheimer, el Parkinson y la Demencia Vascular, han cobrado la vida de 11,728 personas en Costa Rica entre el 2000 y 2023. Solo en el último año, la mortalidad por estas patologías aumentó un 35%, con proyecciones que indican que este número seguirá creciendo en los próximos años. Para el 2030, estas enfermedades podrían causar la muerte de 8,102 personas, lo que representaría un 69% más que en el periodo actual.

Un informe reciente elaborado por la Coordinación de Investigación de la Escuela de Medicina y Cirugía de la Universidad Hispanoamericana detalla que, entre 2018 y 2023, la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) registró 324 hospitalizaciones relacionadas con Parkinson y 131 por Alzheimer. El Parkinson superó al Alzheimer en un 147% de hospitalizaciones, con una prevalencia mayor en hombres, mientras que el Alzheimer afectó en mayor proporción a mujeres.

La situación se vuelve crítica si se considera el creciente número de adultos mayores en el país. Se estima que, para 2025, la población costarricense de 65 años o más llegará a 605,502 personas, lo que implicará un aumento del 5.14% respecto a 2024. Este cambio demográfico plantea enormes retos para el sistema de salud, que actualmente cuenta con solo 140 camas en el Hospital Nacional de Geriatría y Gerontología Raúl Blanco Cervantes, representando apenas el 2.6% del total de camas de la CCSS.

Falta de infraestructura y cobertura médica

El informe subraya que, en el año 2023, más de 15,351 adultos mayores no tenían ningún tipo de seguro médico, lo que complica aún más la atención de estas enfermedades, especialmente en las etapas avanzadas que requieren hospitalización. Por otro lado, 46,417 adultos mayores cotizan al sistema de salud, una cifra que podría no ser suficiente para absorber la creciente demanda de servicios especializados.

El epidemiólogo Dr. Ronald Evans, coordinador del estudio, advierte que la situación requiere una acción inmediata. Entre sus recomendaciones destacan el aumento de la infraestructura hospitalaria, con más camas y unidades de cuidados intensivos especializadas en geriatría y neurociencias, así como una inversión en prevención y diagnóstico temprano para mitigar el avance de estas patologías.

 

Retos a futuro y recomendaciones clave

Las enfermedades neurodegenerativas no solo aumentan la demanda hospitalaria, sino que también generan un costo económico elevado para el sistema de salud. Se proyecta que el tratamiento de 160,000 personas con demencia para 2050 costará alrededor de $160 millones, un desafío económico que debe abordarse desde ya.

Entre las recomendaciones del Dr. Evans se encuentran:

  • Ampliar la infraestructura hospitalaria en geriatría y neurociencias.
  • Mejorar la cobertura de seguros para garantizar atención a todos los mayores de 65 años.
  • Capacitar a más profesionales en neurociencias y geriatría para atender la demanda futura.
  • Iniciar campañas de prevención y diagnóstico temprano, especialmente para aquellos con predisposición genética.

La urgencia de la prevención

El informe también resalta la importancia de realizar cambios en el estilo de vida para prevenir la hipertensión, la diabetes y otras condiciones que agravan estas enfermedades. "Las elecciones que hacemos en nuestra dieta y actividad física pueden tener un impacto significativo en la prevención de enfermedades neurodegenerativas", afirmó el Dr. Evans.

El sistema de salud costarricense se enfrenta a uno de sus mayores desafíos en los próximos años, y las decisiones tomadas hoy serán clave para garantizar la atención adecuada de la población adulta mayor.

Para más detalles, se puede consultar el informe completo en el sitio web de la Universidad Hispanoamericana.